Receptor, espacio y ruptura
La primera eliminatoria de la Copa del Rey en la jornada de ayer contra el equipo extremeño del Villanovense se pareció más a un partido habitual del campeonato de Liga de Segunda División B, en cuanto a lo que a conceptos se refiere el encuentro disputado a partido único y que sirvió para que se clasificara la Cultural para la segunda ronda de este torneo denominado del k.o.
La Cultural partió de inicio con una organización estructural basada en un 1-4-2-3-1, en la que su futbolistas Pipo y Alberto Fuentes ocupaban los espacios exteriores. El primero partiendo a lado no natural, lo que hizo que intentase numerosas conducciones de balón hacia dentro buscando entrar siempre para dividir.
Por su parte, Alberto Fuentes partía en la parte derecha, aunque con mucha movilidad conseguía evitar marcas fijas por parte de rivales, en un cambio de orientación escalonado que fue de derecha a izquierda, el propio Fuentes encontró recepción interior, y puso el balón en el espacio sobre el desmarque de ruptura de Dioni Villalba, para que este definiese frente al portero visitante Vichi.
Los cambios introducidos en la segunda parte no variaron la estructura de los integrantes del equipo leonés, que intentaron ser un poco más directos sobre el malagueño Dioni, que manejo a la perfección la recepción de esos balones, para después descargar sobre apoyos e intentar con ello anular la presión ejercida por parte del conjunto rival en el choque copero.
El Villanovense, un equipo muy básico que en ningún momento fue capaz de proponer alguna alternativa al partido de Copa del Rey para intentar llevárselo. Una estructura con un dibujo de 1-4-4-2 con bloque medio sin balón, y en el que su mayor peligro era las acciones a balón parado, que no lograron el objetivo de pasar a la siguiente eliminatoria.