San Silvestre Roblana 2010

- Estaba todo preparado, todo en su sitio, creíamos que casi todo previsto, incluidos los pequeños fallos organizativos de una primera edición desbordante. Se diseñó incluso una pequeña prezona de salida para ganar en seguridad y facilitar la carrera a los atletas que buscan salir "a disputar" tratando así de evitar caídas y problemas. Eran ya las 17:02, sólo faltaba el acto protocolario del corte de cinta por parte de las autoridades y nuestro alcalde, Luis, ya metido entre el gentío, es llamado por Arias, miembro de la organización, entre bromas, para que lo realice "inmediatamente". Todo sigue perfecto, salida y carrera sin sobresaltos. Una vez iniciado el sorteo de regalos nos confirman la fatal noticia, Luis acaba de fallecer. - Fue ahí cuando a un gran comunicador como Diego Buenosvinos le costó sacar un hilo de voz e informar de la noticia a las más de 1800 personas que tenía ante sí, esperando un sorteo de regalos que ya a nadie importaba. A partir de ese momento silencio, sólo roto por varios llantos y la comprensión infinita de todos los asistentes ante la lógica suspensión del acto. - Las ilusiones puestas en la edición 2010 por parte de voluntarios, colaboradores y del propio equipo de gobierno quedaron borradas ante la pérdida irreparable de Luis, Luiqui, como se conocía al alcalde familiarmente. - Todo el que ha leído la noticia desde fuera de La Robla ha dicho lo mismo, "ha fallecido el alcalde", eso es lo que más ha trascendido. Para mí ante todo La Robla ha perdido un vecino joven, independientemente de su ideología, oficio o capacidad política de esos de toda la vida, trabajador y con una mujer e hijos que a partir de ahora van a necesitar mucho apoyo. - La noche del 31 de diciembre, después de acompañar a la familia de Luis, cuando volvía a casa, pensé en cuánto nos encerramos a veces en nuestra rutina diaria, en lo poco que hablamos unos con otros. A mí por ejemplo me quedó pendiente una conversación con Luis. Pensaba comentarle su acierto en apostar, en momentos de poca bonanza económica, por una carrera como ésta que aún costando dinero al consistorio genera ilusión a muchos vecinos, niños y mayores, deportistas o no. Me faltó decirte una palabra. Gracias Luis.