Contestación al artículo de Marco Romero (jueves 17/05/2012) relativo al CEIP Padre Manjón.

Sepa usted que pese al desinterés y a la falta de planificación de la Administración Educativa, que permite y fomenta que muchas familias de etnia gitana se desplacen cada día desde el otro extremo de León para traer a sus hijos a este colegio (que sería buen momento plantearse el porqué) la convivencia de los niños gitanos y payos es buena. Así mismo, hay que destacar la labor educativa de los profesores de este centro que se esfuerzan cada año en preparar a sus alumnos para que pasen al Instituto con un nivel igual e incluso superior del que traen de otros colegios considerados de más prestigio. También me gustaría decirle, que en esa misma calle San Juan Bosco donde se encuentra el CEIP Padre Majón en el distrito deprimido de "Armunia" como nos define usted hay: Una guardería, un Ambulatorio, el Centro Don Bosco, el Centro María Auxiliadora, la Policía Local, el Cuartel de la Guardia Civil y unas calles más arriba el colegio Peñacorada. Como residente de este barrio le contestaré que la convivencia con la mayor colonia de familias gitanas no es peor que la de otros barrios. Puede que las persona que residimos en Armunia seamos tan torpes de seguir contribuyendo con nuestros impuestos y permitiendo que se nos considere ciudadanos de segunda, por tener espacios verdes desolados, iluminación insuficiente y hasta un edificio ruinoso (foto publicada en su reportaje) entre construcciones de menos de 30 años en su mayoría. Sinceramente, pienso que con el grave problema que se nos está planteando en la Educación Pública, lo que nos debería preocupar es luchar por la continuidad de una enseñanza plural, de calidad e igualitaria. Con esto todos los colegios públicos serían “Buenos, bilingües y de barrio”.