Claves para transformar el municipio de San Andrés del Rabanedo

Porque San Andrés del Rabanedo y España viven un momento excepcional marcado por la confluencia de una gravísima crisis económica y una crisis político-institucional sin precedentes, que ha convertido a la clase política en uno de los problemas esenciales de nuestro país y de nuestro municipio. Y sin embargo algunos ciudadanos entendemos, ahora más que nunca que tenemos la obligación moral de implicarnos en las decisiones que nos afectan. Porque no nos resignamos a que la política sea un asunto particular de la clase dirigente, ni de salvadores carismáticos armados de demagogia que prometen todo lo que no hicieron en el pasado. Frente a eso defendemos el valor de la política entendida como responsabilidad y compromiso público con el futuro de todos, ejercida por ciudadanos que no desean convertirla en un simple medio de vida. Porque todo nuestro tramado institucional ha entrado en crisis y entramos en un tiempo en el que será necesario acometer reformas imprescindibles en ámbitos tan variados como el modelo de Estado, la distribución de competencias, la Justicia, la Educación. Y esto exige de fuerzas políticas con visión global y de conjunto, con un proyecto nacional. Porque la equivocada gestión política y económica de los últimos años ha puesto en riesgo nuestro incipiente Estado de bienestar. El despilfarro, la corrupción y la ausencia de reformas ponen en duda la sostenibilidad de los servicios públicos más esenciales, como las pensiones, la sanidad o la educación. Y ante esta situación debemos ser conscientes que estos grandes servicios garantía de igualdad y cohesión social, o son nacionales o simplemente no serán. Porque la verdadera defensa de los derechos de los ciudadanos empieza por el mantenimiento del empleo y en el momento actual no puede haber mayor prioridad que el desempleo, sufrido ya por más de 3.500 vecinos del Municipio de San Andrés del Rabanedo a los que muchos de ellos el subsidio por desempleo se les ha agotado y están en una verdadera situación de exclusión social y pobreza extrema. (1.561 hombres y 1.870 mujeres, 1.661 desempleados con edades comprendidas entre 25 y 44 años y 1.461 mayores de 45 años), convirtiendo su situación en un verdadero dama económico y familiar. La pérdida de actividad productiva en el municipio no es consecuencia del azar, ni el fruto de acontecimientos ocurridos en un corto espacio de tiempo, sino el fruto de las políticas económicas desarrolladas en los últimos años, incapaces de aprovechar los años de expansión económica y ayudas externas. Porque es urgente un cambio que nos aleje de la cultura de la subvención y de la dependencia publica en la que hemos vivido, y por ello debemos ser conscientes que las soluciones no vendrán del exterior, ni tampoco de apelaciones a mirarnos el ombligo; en un mundo globalizado y competitivo sólo una sociedad fuerte y emprendedora que sea capaz de crear riqueza por si misma podrá mantener los niveles de bienestar y de cohesión social que nos merecemos los ciudadanos. Porque somos conscientes que todo esto no será posible si no conseguimos devolver a los ciudadanos el control sobre la política, la primera y más ineludible reforma que restaure la proporcionalidad es la legislación electoral. Una reforma que restaure la proporcionalidad y la igualdad real del voto, permita la pluralidad y libere a la sociedad civil del control oligopólico que ejercen los grandes partidos. Una reforma que devuelva el poder a su único dueño, el CIUDADANO.