¡Menos horas de Educación Física…! ¿Estamos locos?

No hay ningún experto en la materia que no recomiende ampliar el horario dedicado a educación física, llegan incluso a recomendar una hora diaria, máxime cuando en muchos casos es la única actividad física que hacen nuestros chicos y chicas a la semana. Prácticamente no pasa una semana sin que algún medio de comunicación nos explique el alarmante aumento de sobrepeso que está sufriendo la población infantil en nuestro país, fundamentalmente debido al abuso del ocio pasivo (tablets, móviles, videoconsolas, internet, etc.) y a una inadecuada alimentación (comida basura, chuches, bollería, etc.). Todos los expertos saben la cantidad de problemas de salud que van asociados al sobrepeso (cardiopatías, diabetes, hipertensión, cáncer, alteraciones óseas…) y que para corregirlo o prevenirlo hay que incidir conjuntamente en dos aspectos inseparables: la dieta y la actividad física. A nadie con dos dedos de frente se le escapa que la EDUCACIÓN debería ser crucial en ambos aspectos (educación nutricional y educación física), lo que me lleva a pensar que los que se encargan de gestionar nuestro sistema educativo carecen totalmente de sentido común, que es lo mínimo que les podemos exigir, ya que no sólo no aumentan el horario de educación física sino que pretenden reducirlo en dos horas y media. Estos personajes son los mismos que cada vez que sale un informe PISA con malos datos en lengua o matemáticas no tardan ni un segundo en proponer un aumento del horario de ambas asignaturas, pero que cuando cada dos por tres salen datos del alarmante aumento de la obesidad infantil no se dan por aludidos. Han tenido una excelente oportunidad para corregir esto con la nueva implantación de la protestada LOMCE, pero parece que la estupidez humana es infinita y encima se atreven a reducir el horario de la asignatura de educación física. No me cabe la menor duda de que hacer raíces cuadradas, ecuaciones de segundo grado, analizar oraciones sintácticamente o saber quién escribió la Celestina son conocimientos fundamentales… (seamos sinceros, cuantos de nosotros recurrimos a esos saberes en nuestro día a día…). Sin embargo, saber cómo utilizar nuestro cuerpo desde un punto de vista saludable parece que pasa a un segundo o tercer plano. Queridos lectores, hay muchos conocimientos que pueden ser útiles o no en nuestro proyecto de vida, pero podéis estar seguros de que nuestro cuerpo nos va acompañar siempre y la calidad de vida en el futuro va a estar muy relacionada con el uso que hagamos del mismo. Concluyo reivindicando mayor presencia en el currículo de primaria y secundaria de una asignatura tan fundamental para la educación integral de las personas, ya que la educación física debería servir para educar en el cuidado del cuerpo, para la adquisición de hábitos y actitudes saludables y de mejora de la calidad de vida, para mejorar la forma física y habilidad motriz, para educar en la utilización constructiva del ocio, para mejorar la relación interpersonal y el trabajo en equipo a través de la actividad física y para educar en la reflexión sobre los distintos factores socioculturales asociados a las actividades físicas y deportivas. Por lo tanto, la asignatura debería tener una mayor carga horaria a la vez que se integran en ella contenidos de educación nutricional.