Gracias Jorge Gª Vega.

Corría el año 1990, y el primer recuerdo que me viene a la cabeza de Jorge Gª Vega, es en el hall de Maristas, un día de mediados de Septiembre. Allí nos congregábamos todos los internos y desde allí nos distribuían a las diferentes secciones. No sólo tuve la suerte de coincidir con Vega en el internado de mayores del entrañable Hno. Tomás, también coincidimos en las aulas de 1ºC y 2ºC y en muchos entrenamientos en el pabellón, la verdadera “fabrica” de Maristas. Desde un principio sabíamos que Vega llegaría lejos. Con 14 años era un chaval alto, muy muy delgado, y con todo lo que se espera de un jugador franquicia de Balonmano: fuerza, velocidad, gran lanzamiento desde larga distancia y sobre una virtud que muy pocos tienen, veía el balonmano de una manera fácil y sencilla. Es más, destacaba jugando tanto en la primera línea, como de pivote, de extremo... y quizás poca gente sabe que Vega comenzó jugando de Portero!. En aquella época, en el equipo de juveniles estaban jugadores como Ávila, Cabero, Buján.. y Vega siendo cadete, era un espectáculo verle jugar frente a ellos. Teniendo entre dos y tres años menos, no se arrugaba nunca. Con dieciséis años, llegó la llamada de Pepe Duarte para ir a entrenar con el Ademar, y al poco tiempo se produjo el debut con el primer equipo, marcando un montón de goles. Allí estábamos los internos de Maristas viendo y animando a nuestro jugador y compañero. Tenemos que estar orgullosos de su trayectoria, de su amor al ADEMAR. Es un producto de la prolífera e inagotable cantera de Maristas. Se marcha siendo una leyenda del balonmano leonés. Debutó hace veintidós años con el primer equipo, se retira con treinta y nueve. Ha militado en muchos equipos y en todos ha sido titular demostrando su valía. Ahora que regresa a casa Juanín, hubiese sido muy bonito volver a ver jugar juntos a dos de los mejores jugadores que ha dado la cantera Marista. Es un día triste para los que nos gusta el deporte, el balonmano y para los que somos seguidores del ADEMAR. Siguiendo los valores que nos inculcaron en Maristas, tenemos que dar las gracias a Vega por todo lo que nos ha hecho disfrutar y desearle los mayores éxitos en la nueva etapa que ahora comienza. Gracias Compañero.