cartas al director
Impunidad en el cambio
de poder: corrupción
L a corrupción implica abuso de poder para obtener beneficios personales. Afecta negativamente a la sociedad, debilita las instituciones y socava la confianza pública. Combatirla requiere esfuerzos e implicación tanto a nivel individual como institucional y de todos los medios. Éstos últimos son pieza clave, (sin periodistas libres, valientes, implicados e independientes) no hay democracia posible. El abuso de poder siempre está acompañado de «profesionales» que le hacen el juego a la tiranía, saben rodearse de estómagos agradecidos. Eso, señores periodistas, no es honrar la vida. La dignidad y el código ético marca la diferencia entre ser y estar, entre un buen profesional y otro que por ideología o interés desprecia y pisotea tan bella profesión. Fiscalizar el poder es su misión más importante, les protege la libertad de expresión y su código deontológico.
Gobernar como hace Pedro, gracias a un pacto con delincuentes, dándoles a cambio impunidad, es corrupción. Es desprecio por el poder judicial. Socava la justicia y la igualdad de todos ante la ley.
Es esencial la implicación de todos ante casos así en busca de soluciones basadas en el Estado de Derecho. No debemos resignarnos a aceptar la corrupción como mal menor. Nos la querrán meter a calzador a pesar de todos tener claro que estamos ante una argucia con argumento al más puro estilo mafioso. Donde por supuesto hay reparto de bondades a cambio de nuestra tragadera. Pero no lo duden, quién usa la corrupción para perpetuarse en el poder su única bondad es su propio beneficio, lo vemos claro: impunidad a cambio de poder.
Les dirán que asumen ese poder corrupto por el bien de todos, para evitar que otros muy malos se hagan con el poder. Todo manipulación. En política la palabra, las formas, formalidades y el respeto por las leyes es el único camino posible. Manosear y blanquear delitos y delincuentes para sostenerse en el poder es indecencia, corrupción y tiranía.
Recuerden siempre: lo malo no justifica jamás lo peor.