Diario de León

Leopoldo Riega Díez; Jesús Martínez Madrid

cartas al director

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Últimas preguntas

A lguien que ha perdido la fe en una vida de ultratumba y de tantas otras «verdades» defendidas por la Iglesia Católica.

¿Podría asistir y participar gustoso en la Misa dominical de su parroquia? Quizás, si hubiera pensado antes en estas reflexiones u otras parecidas.

1.- Todo ser vivo, en especial los animales y entre ellos el hombre, es un receptor y emisor de energía.

2.- Hay algunas personas con una capacidad especial de emitir energía positiva (milagros), santos o similares, personalmente en vida o incluso a través de otros que confían en su poder.

3.- Por el contrario, hay otras personas tan capaces de emitir energía negativa que pueden causar daños con solo su deseo o maldiciones.

4.- Por otra parte, parece demostrado que la creencia y lucha por unas realidades imaginarias fue un hecho que reunió a los homínidos en colectividades más grandes, que facilitaron la comunicación social y la progresiva superación del hombre frente a los demás primates: menhires, dólmenes, … que necesitaban la cooperación de grandes colectivos, religiones que daban un sentido a su vida superior al de los demás animales.

5.- Este poder y conocimiento superior también provocó que las luchas entre distintos grupos humanos fueran cada vez más duras y sofisticadas.

6.- Estando claro que, individualmente y más en colectividad, podemos ser emisores y receptores de energía positiva o negativa, la cuestión sería qué clase de energía vital se recibe y se comunica en esas celebraciones de la Iglesia. En especial la Misa.

7.- Si se considera positivo ese contacto social con la vivencia cristiana de tantos siglos y colectividades, podría tener sentido vivir y participar en esas reuniones, aunque se les diera un sentido más virtual a las «verdades» que allí se celebran como reales.

8.- Por tanto, sí tendría sentido esa presencia del que sólo les da un sentido virtual a esas «verdades», pero sigue creyendo en la búsqueda de sentido en cada vida humana y en la capacidad de comunicar nuestra energía positiva en presencia y aún en distancia.

¿Pasan hambre los cubanos?

E n este momento los cubanos pasan hambre. El pan escasea y la leche no se sabe dónde puede conseguirse. Los niños de 0 a 14 años podrán comer pan, debidamente racionado. Las mujeres embarazadas y algunos enfermos, también. La leche que está disponible, aunque no sea muy accesible, es la leche en polvo. Ninguna otra está al alcance ni de niños, ancianos, enfermos o mujeres embarazadas. La Cuba castrista y revolucionaria, por primera vez en su historia, ha pedido ayuda al Programa Mundial de Alimentos. Y mientras eso sucede, el Gobierno aumenta el precio de los combustibles.

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