Sentimientos ante los alojamietos de exclusión social

La pobreza tradicional de cualquier ciudad se está viendo agravada por una importante crisis económica y social, por un insuficiente acceso a la renta y factores dinámicos que implican fractura de los vínculos de integración social y comunitaria como son la debilidad de lazos afectivos, separaciones, precariedad laboral, fracaso escolar, enfermedad y discapacidad, inmigración, desestructuración étnica, drogadicción, entre otros. Comprendemos que debe haber un compromiso de la ciudad a favor de esas personas que en un momento de su ciclo vital han caído en la desgracia de no tener lo suficiente para vivir con un mínimo de dignidad y la comunidad debe poner los medios. El nuevo concepto urbano pretende combatir la degradación de algunos barrios. Está demostrado en diversas ciudades europeas que el urbanismo de integración social consigue sus efectos, cuando se hace en un número de viviendas reducido constituidas dentro de la ciudad. Bloques con un número masivo de gente con la misma problemática crean guetos. Los barrios con una tipología especial se están desechando. Puente Castro está muy sensibilizado ante este problema y es un lamentable error el no contar con sus vecinos, así como ha sido muy desafortunada la frase del alcalde de León, "…lo tendrán pese a quien pese". En este barrio, una mayoría de personas están en desacuerdo con estos alojamientos no por un tema político sino por las consecuencias sociales que pueden traer. Es incongruente y está fuera de toda lógica urbanística meter 180 familias potencialmente con graves problemas y condenar a sus vecinos a convivir con el filo de la marginalidad. Nadie sabe quien puede venir en el segundo o tercer alquiler y si en estos, hay un número considerable de familias que imposibilitan la convivencia de los demás haciendo de este barrio un lugar insostenible para vivir. ¿No sería más lógico meditar, trabajar en conjunto sobre este tema, antes que imponer o amenazar? Puente Castro volverá a la lucha, a manifestarse, porque es legítimo revelarse contra un proyecto incoherente, no pedido, no madurado y sobre todo no dialogado. Es posible que el Ayuntamiento de León haga los alojamientos no tanto por necesidad social, como por interés económico, pero tengo la seguridad que ese elevado número de viviendas creará grandes problemas como ha ocurrido en otras ciudades y este barrio nunca lo perdonará. Javier Fernández Gómez Médico de Familia Master en Salud urbana y ambiental