Diario de León

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Ha habido tres vencedores: Vox, Soria ¡Ya! y la Unión del Pueblo Leonés. Por este orden o por cualquier otro, que prima en este caso la propiedad conmutativa, aunque sea con diferencias sutiles. El leonesismo ha ganado porque se ha convertido en la cuarta fuerza de unas Cortes en las que quiere hacer mutis pero, sobre todo, porque ha vencido en las zonas urbanas de la provincia y le ha demostrado al PSOE que gana más cuanto más púrpura se vuelve. Esta provincia se ha vuelto a teñir de rojo, pero ya nada será como antes. Primero, porque la derecha pierde en las ciudades —como en la República— y, sobre todo, porque ha quedado claro que quien quiera hacer política aquí tendrá que demostrar que la conjunción ‘y’ es sólo un parche para separar cuanto antes lo que nunca debió unirse. En total, UPL ha ganado en 40 municipios, 31 más que en las anteriores elecciones, y con una importante característica: se nutre de los ayuntamientos metropolitanos, los habitados por familias jóvenes, de rentas medias y medias bajas, el futuro de esta provincia avejentada, caduca y empobrecida.

De como jueguen sus bazas a partir de ahora los ‘leones’ dependerá no sólo el futuro de este partido sino del propio PSOE, que ha repetido victoria en sus feudos tradicionales y que tendrá que pensar en cómo conjugar su propia existencia con la de los partidos provincialistas que, como la propia UPL o Soria Ya!, son el futuro de las capitales que no quieren dejar de existir.

Para Vox, en cambio, el paseo triunfal en León y el resto de Castilla no durará demasiado. Dijo Abascal el domingo que se convertirán en los tribunos de las reivindicaciones de las provincias. La pregunta es ¿cómo se hace eso desde Valladolid? ¿Cómo, con un futuro vicepresidente que querrá volver a ganar en la sede con más sufragios conservadores de la Comunidad? Hay que elegir y en esa elección, no creo que la bandera de León vuelva a ondear. Ahora ya no pueden nadar y guardar la ropa. Tendrán que decidir entre potenciar a los fuertes o dar de comer al miserable. ¿Qué elegirán?

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