Semántica parda

Con una mano pide perdón a los niños mientras arremete con la otra contra el Estado de Derecho. Me recuerda mucho a la propaganda que usaba Goebbels e inmortalizaba su camarógrafa, Leni Riefenstahl. No hay nada más infame que utilizar a los menores para el  agitpro , pero en eso está el vicepresidente. A eso y a socavar todos los poderes que puedan hacerle sombra. Comenzó con el rey y el Ejército a través de su cuenta de tuiter, ese medio infernal de adocenamiento al que todos acuden para demostrarse a sí mismos que su opinión importa cuando lo único que hacen es dejarse colonizar por las ajenas. En esta ocasión se sirve de sirvientes porque sabe que tiene que mantener las formas. Así que delega el mantra en en peones para socavar las instituciones del Estado que le molestan en su partida de Risk.

En una estrategia burda, Jaume Assens, presidente del grupo confederal de UP, hace el papel de oveja (cuatro patas mejor que dos) y ha balado que la cúpula judicial vuelve a confundir la independencia judicial con un privilegio corporativo para blindarse del escrutinio público. Esta frase es el manual de uso del populismo para cambiar el régimen. El sujeto (cúpula judicial) es la base sobre la que Podemos articula su discurso: un enemigo. Casta y trama son mis preferidos, pero hay muchos más. Ahora ya no los pronuncian porque son ellos los que mandan en la granja y van borrando y corrigiendo los mandamientos según prosperan los negocios con sus (ahora) iguales. El verbo, confundir, es polisémico: humillar, inmiscuirse, violar... la ley. ¿Y para qué queremos un gobierno de jueces que falte a la ley? Es mejor acabar con ellos ¿verdad? El objeto directo es la descripción del sujeto pero aquí se utiliza en contraposición a él y sin otro fin que revelar su inutilidad o, peor, su carácter perverso. Al final, Jaume Assens termina con la fórmula que nos da la solución al problema, un pata negra de la propaganda morada: escrutinio público. Hay una manera más sencilla de decirlo, Jaume: los jueces delinquen, van en contra del pueblo. Tribunales populares ¡ya! y a tricotar.