Editorial | El empobrecimiento se hace crónico

La desigualdad económica y la fractura social que provoca se ha convertido en uno de los grandes problemas que condiciona no sólo la estabilidad del país, sino sus posibilidades de crecimiento y desarrollo. Una brecha que desde el inicio de la crisis financiera ha convertido a España en uno de los países donde más se acentúa la desigualdad, y que a falta de concretar cómo se materialice la recuperación de la crisis sanitaria ya tiene al país a la cabeza de la UE en incremento de la diferencia entre las clases sociales.

Una brecha que se abre con la desaparición de la clase media, que sostuvo durante décadas la estructura del Estado del bienestar; y que desliza hacia el empobrecimiento (ya en muchos casos crónico) a un porcentaje de la población inasumible. En León este empobrecimiento se ceba además con los más jóvenes, y amenaza con condenar a toda una generación de niños instalados ya en la necesidad y la falta de oportunidades.