Editorial | El lobo: decisiones desideologizadas

El lobo se ha convertido en un auténtico caballo de batalla que hace saltar chispas a la relación entre el Gobierno central y las autonomías. Hay un dato llamativo. En el frente de comunidades que tienen lobos, y que se oponen a los planes del Ejecutivo central, las hay de diferentes signos políticos, incluso con presencia del PSOE en el caso de Asturias. Ahora, han optado por dirigirse directamente a las autoridades europeas para dar a conocer el alcance del conflicto. Europa recoge el guante y se compromete a buscar soluciones «realistas» para el lobo. De momento, las autonomías han dato un paso al frente y remitirán sus datos sobre la situación de la especie directamente a las autoridades comunitarias. Resulta llamativo que cuestionen la capacidad del Gobierno central para ser objetivo. De algún modo, apuntan que se toman decisiones con tufillo ideológico. Algo lamentable para cualquier tipo de asunto.