La gran oferta

El rincón | manuel alcántara

La gran notici a a escala mundial es que EE.UU. ya controla Haití. Al menos, eso se dice, aunque sea mucho decir, desde que 5.000 marines estadounidenses dominan el aeropuerto y el Palacio Presidencial y patrullan las calles de Puerto Príncipe. La pequeña noticia, a escala nacional, es que España todavía no controla a los controladores aéreos. «Lo pequeño mío es grande», decían los latinos, y está mal considerar menor lo que nos afecta directamente, aunque sea el cierre de un bar o de un estanco en nuestro barrio. A los controladores aéreos se les ha hecho una oferta de esas que no tendrán más remedio que rechazar: ganar menos. Sería interesante saber cuál es el salario máximo, pero habría que dedicarle algún tiempo a su estudio, aprovechando los descansos que ofrece la fijación del salario mínimo. ¿Quién está contento con el dinero que gana? Incluso las pocas personas que se muestran satisfechas con su retribución creen que simplemente se les hace justicia reconociendo sus méritos, que ya era hora. También las personas más modestas tienen puntos de semejanza con aquel ilustre escritor y académico que le dijo a un periodista, para iniciar la entrevista y dejar las cosas claras: «Yo, que soy muy humilde, como todas las gentes de extraordinaria valía ».

Aena está obligada a recuperar el mando en las torres de control. Hoy por hoy no tiene ni una almena que pueda decir que es suya. El ministro de Fomento, José Blanco, al que no sé por qué llaman Pepiño, como a Magdalena Álvarez la llaman Maleni, para probar algunos detractores la sutileza de su ingenio. El señor Blan co, decía, va a acometer la antipática tarea de rebajar sus sueldos. Conste que nadie gana demasiado y menos con esa responsabilidad, salvo algunos irresponsables nombrados a dedo, pero eso es lo que hay.