Segmento de ocio
Crónicas bercianas | MANUEL FÉLIX
Tenía ra zón Guerra cuando decía que a España no la iba a reconocer ni la madre que la parió. No sé si Isabel II o Juana la Loca. Y tenían también razón Reverte y Carlos Herrera cuando afirmaron que si llega un imbécil más a nuestro país, nos caemos al agua.
Hace unos días iba de viaje en mi coche, disfrutando de mi día de descanso, cuando por la radio alguien le llamó al «recreo» escolar -”al de toda la vida-” «segmento de ocio». El intelectual de moqueta que hablaba, se regodeaba de tal forma, (con esa pompa académica que generan los nuevos analfabetos de la Logse), que por un momento llegué a pensar que estaba en el espacio del Club de la Comedia. Pero, no. Casi pego un volantazo y me paro en la cuneta a patalear de risa.
Ya es difícil superarse, pero algunos lo están consiguiendo. Están logrando crear la mayor corte o legión de memos y memas por metro cuadrado. Son los nuevos seguidores de lo políticamente correcto, de la anestesia social, marcada al detalle por la academia del poder gubernativo del pensamiento único. Por eso, cuando alguien habla claro da gusto escucharle y sorprende -”por fortuna todavía a muchos-” cuando se salen del redil de los aborregados.
Por ejemplo, para que me entiendan y no me tomen por anestesista. Prada a Tope llamó «mierda» esta semana a las industrias que cazan subvenciones (dinero mío, tuyo y suyo), montan la nave con fondos Miner, y cuando vienen mal dadas, (como ahora) plegan velas, apelan al ERE políticamente correcto y se van, dejando aquí eso, mierda. Ricardo Pérez Palacios, que es otro importante viticultor, pero más refinado en la palabra que Prada, venía a decir que no podemos acabar con la base de la riqueza de esta comarca, que no es otra cosa que su potente agricultura y su poder natural (paisaje, montañas, ríos). El presidente de Cantabria, que es muy campechano él, aunque a veces cae ya hasta pesado explotando lo de las anchoas y sus viajes en taxi a la Moncloa, lo decía también clarito en Fabero. El Bierzo forma parte de la despensa de España.
También es cierto que no podemos vivir de las flores, del vuelo de las mariposas y del disfrute de los óleos del reciente premio Ciudad de Ponferrada de las Artes, inspirados en los colores del paisaje y el paisanaje. Es difícil ser selectivos, pero como yo, que me estoy haciendo mayor, el Bierzo tiene que ser muy y más selectivo. Algunos políticos que tenemos al frente y en la retaguardia deberían afinar más y espabilar. Y ya ni les cuento de los que están en los sindicatos, que se parecen más a un «segmento de ocio» que a un «recreo».