La metefísica

Al trasluz | eduardo aguirre

No, no se trata de empezar con erratas ya desde el titular. El Instituto de la Mujer ha hecho público su rotundo rechazo hacia el programa «I Love Esccasi», donde un grupo de señoritas sexualmente hambrientas intentan merendarse a este personaje, cuya actividad profesional se desconoce, salvo, añadimos nosotros, que se dedica a la metefísica, que no es una rama de la filosofía, ni nada tiene que ver con los saberes de Aristóteles. Cierto es que no todo el mundo puede hincarle el diente a, pongamos por caso, «Los hermanos Karamazov», pero entre la alta cocina y el bocadillo de casquería hay infinidad de dignas posibilidades. Ante tal engendro de programa, Paquirrín se nos revela como un intelectual del nuevo landismo. Por cierto, al hijo de la Pantoja, tras reconocer que jamás ha trabajado de continuo, le fichan para «La jaula», y al día siguiente pide la baja porque tiene un ataque de gota. Genial en lo suyo, sea esto lo que sea, bueno, sí, lo suyo es también la metefísica, como lo de Dinio, Pipi y demás famosillos en eterno celo. Telecinco ha hecho con su «I love Escassi» el triple mortal de los programas aberrantes, y tiene mérito, porque se había puesto su propio listón muy alto; o muy bajo, según se mire. ¿Para qué invertir en series costosas como «El hombre y la tierra», pongamos por caso, si se puede recurrir a las más asequibles animaladas de los metefísicos? Todos agradecemos ese rato en el que la televisión nos entretiene con cierto nivel de entontecimiento, que nos noquea temporalmente las preocupaciones, pero tampoco hay que llegar al K.O. rotundo y para siempre. Las películas de Esteso y Pajares son de oscar comparadas con este zafio concurso, impregnado de machismo señorito. Por cierto, el engendro ha fracasado. ¡Gracias, San Aristóteles!