Made in Spain

Es la denominación del origen de fabricación de un producto en España, y desde hace varios lustros se está perdiendo, gracias al goteo de empresas que han ido abandonando nuestro país. Primero fue Taiwán y ahora China, Polonia, Rumania, Bulgaria etcétera. Países donde el coste del producto es muy inferior al Made in Spain. Pero con esta fuga consentida y sin soluciones a la vista, nos hemos convertido en uno de los países más importadores y con más intermediarios de la Unión Europea, y haciendo máximo exportador a la China.

Con este panorama nace un nuevo sector industrial llamado `paro´ con cuatro millones de afiliados y en el que, según el señor Zapatero, si hacen un cursillo se convierten en trabajadores de España. Yo les daría un trabajo y los convertiría en consumidores. Hay sectores como el naval, metalúrgico, gama blanca, agropecuario etcétera, que se han visto perjudicados por las políticas de la Unión Europea y la mala gestión del Gobierno de turno, que no hace nada para evitar su fuga, y la destrucción de empleo fijo y de calidad. Made in Spain es la fortaleza para la economía, mediante inversiones que serían un aliciente para la creación de empresas, con vías de crédito rápidas que fomenten la creación de nuevos empleos. Pero lejos de buscar soluciones este Gobierno establece un plan de recortes de pensiones y congelaciones de salarios y una reforma laboral que facilita más aún el despido, como única forma de acabar con la crisis. Este Gobierno sí que necesita un cursillo acelerado.