Balance

Q ué quiere que le cuente de 2010 que usted no sepa. Llega el momento de los tópicos en todos los telediarios, de la repetición hasta la saciedad, de contarnos lo que ya nos contaron, de recordarnos por enésima vez que somos campeones de fútbol, y lo bueno que es Nadal -”que sí que parece-” y lo casi bueno que es Fernando Alonso, que deja que nos endeudemos solos porque al parecer fijó su residencia fiscal en Suiza -”¡qué solidario con todos nosotros y qué honorable!-”. Nos recordarán desgracias, paros y crisis y no nos recordarán soluciones (claro, porque no las hubo), y buenos -”viejos-” deseos para el 11, muchos de los cuales no serán inocentes, como diría Buñuel.

Hemos asistido estoicos a la misma palabrería de unos cuantos políticos con el único nuevo aderezo de que la situación se hace cada vez más insostenible en lo económico. Seguimos en la época de la transición con comunidades que reivindican más y más (locución adverbial que no es un chiste hacia los catalanes aunque, bien pensado, podría serlo) y desenterrando cadáveres de las cunetas cuando creíamos que ya todo eran autopistas. Hemos matado a más de 70 mujeres en eso que aún busca una denominación correcta y que mal llaman violencia de género, y ello sin que las responsables de los ministerios correspondientes pestañeen ni se planteen dimitir (¡a dónde vamos a ir que mejor estemos, eh!).

Seguimos viendo la representación minera de crónica de una muerte anunciada, secuela de una obra de ese Nobel que va de progre y que se manda hacer a mano y a medida los vaqueros. Hemos aguantado las payasadas de las ruedas de prensa de entrenadores de fútbol con sus enjundiosos pensamientos y grandilocuentes frases que pasarán a la historia de la «simplonería» cuando no de la memez. Aguantar y aguantar. Pero, con otra acepción, sólo se aguanta una civilización si muchos aportan su colaboración al esfuerzo. Si todos prefieren gozar el fruto, la civilización se hunde (Ortega y Gasset).

Al final cierran el hotel Bergidum de Ponferrada y suben la luz casi un 10%: ese es el colofón y el mejor resumen de 2010. No. El mejor es darle las gracias a usted por leerme en un periódico-¦ museo de minucias efímeras, según Borges.