Diario de León
Publicado por
RAFAEL MARTÍNEZ SIMANCAS
León

Creado:

Actualizado:

Un día al año los alcaldes de las grandes capitales se hacen una foto subidos en una bici (los más osados recorren un tramo de un parque), luego se bajan y retornan al coche oficial del que salieron, eso sí tras escuchar los aplausos del coro de pelotas que ha asistido a tan emotivo acto. Debido a un pertinaz anticiclón tanto Madrid como Barcelona viven estos días bajo una boina tóxica cuyo principal origen son los tubos de escape de los vehículos (también afectan las calefacciones). La contaminación manda más que un alcalde porque contra ella no se toman medidas, tan sólo recomendaciones que tienen escaso valor.

Tanto en Barcelona como en Madrid las autoridades pertinentes han dejado pasar la ocasión de hacerse una foto en el transporte público. Una foto que tendría mayor interés en Madrid, ciudad en la que se da la mayor densidad de vehículo oficial por habitante de España (y vaya usted a saber si de Europa también). Aquello de dar ejemplo tiene un límite: el coche oficial; hasta ahí podíamos llegar. Ni ministros, ni concejales, ni diputados, ni directores generales de las distintas administraciones, son capaces de apearse del «burro» aunque sea en días de alta contaminación atmosférica. Y si hace falta cambiar el medidor de contaminación de sitio, se hace, tal cual denuncia Rosa Aguilar que ha hecho Gallardón en Madrid.

La autoridad sanitaria le puede prohibir a usted que no fume pero, en cambio, es incapaz de prohibir a la Administración que rueden sus coches en días de alta contaminación atmosférica. Estoy convencido de que ni regalando el abono transporte conseguiremos ver a ministros y diputados en el metro. Una vez más, se comprueba que el ecologismo es una de las banderas que se enarbolan, y se guardan, según convenga la situación. Véase ahora lo mucho que les importa a los alcaldes de las grandes capitales la salud de sus ciudadanos.

Vistos desde fuera, desde cualquier punto alejado treinta kilómetros de las grandes urbes urbanas es para pellizcarse y no creerselo. Ahí dentro, bajo la boina negra, conviven unos cuantos ciudadanos en la niebla, tal cual fueran criaturas de una selva motorizada digna de estudio por parte de la antropóloga Diane Fossey. Ciudadanos a los que se les exige un comportamiento ejemplar, pero a los que se les niega el derecho a respirar en condiciones. Paradoja del milenio: hemos hecho ciudades espléndidas que tienen un único inconveniente: son inhabitables. Eso sí, cuándo pase la caravana oficial con el coche oscuro y los escoltas con sirena, se ruega que se eche usted a un lado. Gracias por su colaboración.

tracking