Diario de León
León

Creado:

Actualizado:

Las promesas electorales tienen menos valor que la canción del verano. Los ciudadanos se han acostumbrado a escuchar el soniquete y, de tanto insistirles con la matraca en la oreja, se quedan con algún que otro estribillo amable para bailar suelto. Acordes insustanciales a los que no se da mucho crédito, pero que quedan en la memoria colectiva como pervivieron las coordenadas de La yenca: izquierda, izquierda, derecha, derecha, adelante, atrás, un, dos, tres.

La murga, pese a que quedan días para Carnaval, ya se ha colado en el prólogo electoral de León acomodada al IBI. Un argumento que el PP se ha puesto a abrazar en plan amuleto para alcanzar la Alcaldía como Marco abrazaba al mono Amelio para encontrar a su madre. Si llegan a gobernar aplicarán una rebaja «sustancial», sin aclarar de qué sustancia habla, ni con qué porcentaje de bajada intentará desempañar la subida de casi el 28% que inyectaron PSOE y UPL en el 2008. Ramplón por ahora el planteamiento, cuando UPyD ya ha fijado la subasta de reducción en el 2% e, incluso, De Francisco ha prometido devolver el incremento por compensación en el primer recibo y disminuir la factura un 5% cada uno los cuatro años de mandato, pese a que todos sean conscientes de que la manta económica del consistorio dejaría los pies fríos si alguien quisiera liársela a la cabeza. Aunque no teman, que ningún partido hablará de las medidas necesarias, como recorte de servicios, más privatizaciones, supresión de prestaciones o empleos que habrá que hacer para equilibrar el horizonte. Esas frases quedan mal para un estribillo fresco de campaña.

La vaguedad del planteamiento del IBI se acomoda al programa global que se ha marcado Emilio Gutiérrez en estas primeras semanas. Bien parece un visitador médico que pide cita en cada puerta, llama al timbre justo a la hora de la cena y siempre tiene el producto idóneo para acabar con tos, aunque el dolor sea de cabeza. Como con los hosteleros a los que acompañó en su manifestación de esta semana, sin importarle que la ley del tabaco fuera apoyada por el PP en el Congreso, o con los establecimientos de centros comerciales que no podrán abrir el 23 de abril por orden de la Junta. «Estamos con...», se repite en sus comunicados.

Se barrunta campaña electoral patrocinada por los Hermanos Marx. Verán como alguien lo suelta: «Y también dos huevos duros».

tracking