Diario de León

TRIBUNA

La realidad económica y mi compromiso con León

Publicado por
Miguel Ángel Fernández Cardo
León

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U na comunidad autónoma y dos regiones. Si el artículo 14 de la Constitución declara la igualdad como derecho fundamental de todos los españoles, ¿cómo es posible que la labor de gobierno del Partido Popular en esta comunidad discrimine sistemáticamente a los ciudadanos de la Región Leonesa?

Ha pasado casi un cuarto de siglo de gobiernos del PP. El autogobierno que ampara el estatuto de autonomía de esta Comunidad, en la que también está la Región Leonesa, ha sido dotado de las mayores competencias, las que rigen las necesidades más importantes para la vida de las personas. La sanidad, el empleo y la educación, entre otras, son gobernadas por la Junta de Castilla y León. Y tanto el gobierno de la Junta, como las leyes que rigen esas necesidades básicas de la ciudadanía se deciden por las Cortes autonómicas.

Es pues el momento de acudir con la máxima fuerza a las Cortes de Castilla para obligarles a que también lo sean de León, es decir de las y los leoneses. Y ese es mi compromiso, como leonés y militante socialista. El artículo 2 de los estatutos de mi partido marca la meta por la que tengo que luchar «transformar la sociedad para convertirla en una sociedad libre, igualitaria, solidaria y en paz», pero también me obliga a luchar «por el progreso de los pueblos», incluido por tanto el pueblo leonés. Y la lucha por el progreso de los pueblos sólo tiene sentido si es para mejorar las condiciones individuales de vida de las personas. Y si es para mejorar y desarrollar las potencialidades que como colectivo, como pueblo, se hayan conseguido y queden por conseguirse.

Es evidente que el desarrollo de esta autonomía no puede satisfacer a las y los leoneses. Y se olvida con frecuencia que ese desarrollo es obra de los gobiernos del Partido Popular. El éxito electoral del PP en esta comunidad se fundamenta en el fracaso del desarrollo de la misma.

Cuando el PP habla de luchar contra la despoblación consigue que se vaya más gente. De las diez provincias de España que pierden población seis son de León y Castilla. Cuando el PP habla de creación de empleo, y tienen las competencias sobre el fomento del empleo, cada vez se pierde más población activa. He de recordar que este último año la destrucción de empleo ha sido mayor en esta comunidad que en la media de España.

Cuando el PP habla de educación, cierra los centros de los pueblos obligando a los niños y niñas a largos viajes diarios, por carreteras mal trazadas y peor mantenidas (también competencia de la Junta). O niega la financiación para la educación infantil obligando a los ayuntamientos a pagar una competencia que es de la Junta. O niega un nuevo conservatorio de música para León. O habla de crear una universidad privada de Castilla y León, en primer lugar para impedir que las universidades públicas puedan obtener financiación de la educación a distancia, y en segundo lugar, quién sabe, si para no crear una facultad de medicina pública en León.

Cuando el PP habla de sanidad niega problemas como los de los servicios de urgencias en El Bierzo. Las urgencias pediátricas, donde nuestros hijos enfermos tienen que esperar colas interminables, como en el de José Aguado. Desatiende a comarcas enteras como nuestra montaña, niega el derecho a un hospital comarcal en el sur de León y reforma chapuceramente el Hospital de León, reduciendo el número de camas, creando un pastiche laberíntico y obligando durante más de una década a que nuestros enfermos sufriesen los mazazos de las demoliciones.

Cuando el PP habla de una política de desarrollo económico no piensa en toda la comunidad, sino sólo en el eje formado entre las ciudades de Valladolid y Burgos, excluyendo a todas las demás provincias.

Cuando el PP habla de desarrollo agrario y ganadero, sus políticas han condenado a este sector a ser menos del cuatro por ciento de nuestro producto interior bruto. Son sus políticas quienes convierten en económicamente marginal la agricultura y ganadería, cuando es un sector que tiene un amplio margen para el crecimiento.

Hay mucho más. Este es el fracaso del PP en toda la comunidad autónoma, que se agudiza aún más si hablamos de León. Una voz fuerte de la provincia de León en las Cortes autonómicas, debe abogar por la defensa de los sectores estratégicos que potencien el desarrollo económico y social de nuestra provincia. Y en estos momentos es decisivo el apoyo a la minería del carbón, porque su empleo no puede ser absorbido con rapidez por otros sectores, y porque su conservación debe garantizar la soberanía española sobre el 25% del mix energético (en competencia con el gas natural). Y eso es lo que garantiza el PSOE en todos sus estamentos, mientras el PP sólo lo defiende en León, y no en Galicia, Madrid o Bruselas.

Otro sector posible en León es el asociado a la innovación y las nuevas tecnologías. El PSOE ha apostado por el Inteco en León ciudad y por la Ciudad de la Energía en Ponferrada. El PP niega el desarrollo al Parque Tecnológico de León, con menos del 20% de las empresas y empleos prometidos, y una inversión ridícula al lado de los millones enterrados en el parque de Valladolid.

La agricultura y la ganadería son también en el siglo XXI sectores para el futuro, con las inversiones del gobierno en nuevos regadíos y modernización de los existentes. Y con el fomento de cooperativas que permitan la integración vertical de las explotaciones ganaderas de nuestra montaña. El PP sólo ha conseguido el abandono del campo retrasando la concentración parcelaria más de veinte años. O abandonando a los productores de leche de ovino, mientras otras comunidades como Castilla-La Mancha han conseguido proteger los precios de su leche.

El sector turístico y cultural, que recibe grandes inversiones por el Gobierno del PSOE, como los paradores de Villafranca del Bierzo, San Marcos de León y Villablino, además del Palacio de Congresos de León, el Centro Nacional de Artes Escénicas, el Teatro Pérez Alonso de La Bañeza o el Centro Lyda de Astorga. Así como en nuestro patrimonio histórico interviniendo en el puente de Hospital de Órbigo, las murallas y la catedral de León, o el Castillo de Ponferrada. En frente el PP hace inversiones multimillonarias en Atapuerca y Burgos, mientras abandona las Médulas, olvida los canales romanos de la Cabrera, y niega un centro de restauración en nuestra provincia. O la absurda negación de nuestra cultura e identidad leonesa, que en un mundo globalizado también puede ser fuente de riqueza.

Y el sector logístico, convirtiendo a León en el centro logístico del noroeste peninsular. Así es el PSOE quien ha priorizado la llegada del tren de alta velocidad a nuestra provincia, la conexión ferroviaria con Asturias y especialmente de mercancías con el puerto de Gijón. Quien invierte para que Feve, integre el tranvía en la ciudad de León y potencie el desarrollo económico de las cuencas mineras. Como su compromiso en el tren turístico del Sil entre Ponferrada y Villablino. Y la inversión estratégica en el aeropuerto de la provincia de León, devolviendo a León la capitalidad aérea del Noroeste peninsular que disfrutó desde el nacimiento de la aviación española en 1920. Además de los centros logísticos de Toral de los Vados y de Torneros.

Sin embargo, el PP de la Junta se empeña en llevarse ese centro logístico a Valladolid, llegando al absurdo, por ejemplo, de hacer que el tráfico de mercancías de La Coruña a Francia tenga que descender hasta Valladolid al ocultar en su red Cylog el eje Ponferrada-Astorga-León-Burgos (http://www.asociacioncylog.com/index.asp?page=corredores. O impidiendo vuelos de bajo coste desde León. Es especialmente doloroso que todas las actuaciones logísticas en la Junta hayan sido realizadas por el único consejero leonés del gobierno de Herrera, Antonio Silván.

A los socialistas nos preocupa el problema actual del empleo. Pero a los leoneses nos preocupa aún más la estrategia del PP que ataca a la estructura del empleo en León. Según los datos de evolución económica, elaborados por los prestigios Julio y Pablo Alcaide, en 1985 León tenía 25.721 empleos más que Valladolid, en 2009, la Junta del PP ha conseguido que tengamos 30.377 empleos menos.

No hay ninguna ley inmodificable, ni el estatuto de autonomía, ni el desarrollo que de él ha hecho el PP. La sede donde se dictan las leyes en una democracia es en su parlamento, por eso hay que ir a las Cortes de Castilla y León, con voz propia, con fuerza, para que la Región Leonesa y sus habitantes pueda desarrollarse al igual que el resto de las regiones españolas. Este es mi compromiso de trabajo.

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