'Tabula rasa'

«Con uñas y dientes». Así es como la Junta dijo que iba a defender la fábrica de Renault en Valladolid allá por el año 2008, cuando la francesa amenazó con cerrar e irse a construir motores y coches a Eslovenia. Los gallegos de Pescapuerta ya han liquidado Elmar. La han desmantelado. Por llevarse se han llevado hasta los ordenadores a Galicia y los despidos de los trabajadores, a Madrid.

¿Dónde están ahora las uñas y los dientes de la Junta? ¿Ustedes los ven por algún sitio? No los busquen porque no están. El consejero Villanueva, fiero como nadie en la defensa de Renault en Valladolid, se ha convertido en un lindo gatito cuando se ha tratado de Elmar. La industria de automoción es vital para la Comunidad eso es cierto y es necesario defenderla, pero mucho más importante para León son los 200 empleos de Elmar que se van a quedar en la calle. ¿O es que esas familias de leoneses son menos que las de Valladolid?

Y mientras, aquí en León, los partidos políticos están cada uno a lo suyo. Es curioso. El alcalde y la presidenta de la Diputación se reúnen con los trabajadores y les garantizan todo su apoyo. Muy bonito, aunque quizás estaría mejor que se movilizaran y reivindicaran. Ahora ya no tienen excusa, porque mandan en León, Castilla y León y España. Claro que los de la otra orilla, PSOE y UPL, ni están ni se les espera. Los primeros se encuentran muy ocupados en recomponer los trozos en los que han dejado el Partido Socialista. Y los leonesistas, bueno esos llevan recomponiéndose desde que se crearon.

Dicen que cada uno tiene lo que se merece y está claro que los leoneses tenemos los políticos que nos merecemos. Y con Elmar han vuelto a demostrar que siempre llegan tarde, porque los gallegos ya han echado el cierre y tirado la llave. Casi como el Gobierno de Mariano Rajoy con los leoneses. Van a salir todos, es normal, pero no va a entrar ninguno. A este paso, hasta el subdelegado del Gobierno va a ser de fuera de la provincia. Nadie. Ni ministerio para Alfredo Prada, ni secretarías de Estado, ni direcciones generales. Bueno, tranquilidad porque todavía queda tiempo y quién sabe si en Feve o en Paradores, aunque los nombres que suenan de León precisamente no son.

León ha pasado a un segundo escalón y vuelve a donde estaba antes de la llegada de Zapatero al Gobierno. El problema es que la crisis desangra la provincia y, de no surtir un milagro, se va a quedar como una tabula rasa.