La opinión del lector
Donde las dan, las toman... en Villafranca
Ha publicado el Diario la noticia de que a la actual alcaldesa de Villafranca del Bierzo, la señora Conchi López, le pueden embargar la nómina por el retraso de tres meses en el pago a proveedores. También cita la noticia que se espera un adelanto, por parte de la Diputación, anticipo a cuenta de la recaudación del cobro de impuestos. El tema del agua es deficitario, por tanto ahí no se puede tocar y del IBI y del impuesto de vados y vehículos ya sabemos que no da para pagar la cuantía mensual de aproximadamente 80.000 euros durante los doce meses del año, así que mal pintan las cosas para los villafranquinos.
Ya imaginamos que sus cantos de sirena (para quien quiera oírlos) irán dirigidos contra el Partido Popular y las «innumerables» deudas que dejó. Deudas que eran asumibles en su momento y se podían pagar y podrían ser asumidas y hacerles frente en la actualidad, ¿con dificultad?, sin duda, pero asumibles. Por tanto hay que volver a refrescar la memoria sobre el desastroso mandato socialista (2003-2007).
No sé si le viene a la mente o le quita el sueño en estos duros momentos el pensar con qué alegría se gastaron todo el dinero de las subvenciones que recibieron en aquel mandato por obras ya ejecutadas y que no fue destinado al fin que procedía. El dinero de las subvenciones que generaron y recibieron ustedes para otras obras durante aquellos años y cuyos principales destinatarios, entre otros, eran empresas como Econor, Cialnor, Asfaltos Laciana, etcétera y tampoco fueron utilizados para su liquidación. Los 90.000 euros depositados en una cuenta restringida creada para la compra de la casa de Gil y Carrasco que se pulieron. La compra de terrenos en Vilela para la construcción del imaginario acceso al polígono industrial, sin la previa redacción de un proyecto que lo definiera, terrenos que al día de hoy aún se encuentran sin deslindar, adquisición que por su incoherencia supuso otro gasto inútil más y que fueron incapaces de gestionar, derrochando también el dinero depositado en otra cuenta restringida creada para financiar la urbanización del Polígono de Vilela, el cual finalmente fue hipotecado.
Ya sé que aburre repetir siempre lo mismo, pero de vez en cuando hay que refrescar la frágil memoria sobre quién ha tenido la culpa de llevar al Ayuntamiento de Villafranca a la bancarrota: la misma persona que ahora se queja amargamente y pide ayuda desesperadamente.