Al Oráculo de Busdongo

S e zampa uno dos aceitunas caducadas con dos tragos de agua de manantial contaminado, que es lo que cualquier día nos toparemos en un super, y es como si te hubieras metido dos tripis y unos caballitos de tequila pal cuerpo. Te empieza a turbinar la cabeza con la crisis que no das abasto con las visiones del desastre. Llegas a pensar que podrías escribir un ensayo histórico-filosófico en una bajada de pantalón.

Quién no nos dice que el alcalde de Marinaleda, Sánchez Gordillo, no se comió un pepino mal sulfatado, presagió el fallecimiento del entrañable Sancho Gracia y quiso resucitar a Curro Jiménez, asaltando los Mercadona de Roig para repartir el botín entre los pobres, pero mucho más honrados que él y que los zumbaos de IU que le arropan alentando la delincuencia generalizada. La derecha en este país va por mal camino. Pero la izquierda no marcha mejor. Antes los hijos del PER gritaban en justicia que la tierra era para los que la trabajaban. Ahora se han aburguesado tanto que buscan ya el producto final en los anaqueles del consumismo capitalista al alarido de los «Supermercados para los que no trabajan». Nadie nos explica, sin embargo, por qué en algunos municipios del Bierzo, sin ir más lejos, ya no queda ni un agricultor, como recientemente denunció Asaja. A Gordillo le invitaba yo a picachar los huertos que se quedan «a poulo» cuando muchas familias tienen cada vez más complicado llevarse un trozo de pan a la boca. Y a los diputados de IU a trabajar un poquito y a presentar propuestas para que esto no ocurra.

Claro que a lo mejor con los asaltos del Barbarroja Gordillo, al Barbastristes de Rajoy se le enciende la bola de lo que puede acaecer si su política de recortes cada vez más indiscriminada fulmina los 400 euros de la ayuda a los parados de larga duración. Nadie nos explica qué será de algunas regiones sin la minería; con la recesión de los gabachos llamando a las puertas de las canteras de pizarra y sin el subsidio mínimo para sobrevivir. Rajoy, que veranea oculto en una bodega de O Salnés lejos de la jet de Sanxenxo, debería peregrinar hasta el Oráculo de Busdongo, Amancio Ortega —que con sus 46.000 millones acaba de desbancar en el podium de Forbes al Oráculo de Omaha, Warren Buffett— y buscar algunas respuestas de otro orbe.