La recaudación

Son unos presupuestos cortitos, pero no deja de ser curioso que el tres por ciento de los ingresos queden al albur de la incívica actitud de los conductores de la capital.

Pues sí, los presupuestos municipales han cuantificado en 4,5 millones los ingresos que espera obtener durante el 2013 por multas por infracciones de tráfico.

Ya se sabe que en los presupuestos lo que se espera obtener y lo que realmente se consigue no suele ser lo mismo, pero considero arriesgado esperar una cantidad tan importante. Porque, imaginen los rectores de Poridad que al grueso del vecindario le da por dejar el coche en casa ya que cada vez está más cara la gasolina, encontrar aparcamiento sin tener que pagar por ello es casi una misión imposible y a esto se une que cada vez son más las zonas 30 que hay; así que para ir en procesión a paso de peatón, mejor nos olvidamos del vehículo. Pero si hacemos esto el presupuesto se quedará corto en esos 4,5 millones, porque si no circulan coches no hay multas y si no se ponen multas... déficit presupuestario.

Además el Consistorio ha hecho un gasto en plan inversión de 160.000 euros, con la compra de un nuevo radar móvil y dos semáforos de foto rojo, lo que significa que aumentará el control de velocidad y por tanto de las multas de tráfico que en el 2011 supusieron algo más de 3 millones y para el año que viene se espera aumentar los ingresos en un 50 por ciento nada menos. Lo que traducido para el sufrido automovilista de esta capital significa que nos van a freír a multas, porque lo que está claro es que si nos quieren pillar, nos pillan.

Así que habrá que empezar a pensar en dejar el coche, porque para que no se descuadre el presupuesto municipal se descuadrará el nuestro.

La alternativa es la bicicleta, que curiosamente no tiene ningún impuesto municipal por ahora, lo que no deja de ser un agravio, porque los automovilistas pagamos por circular, por aparcar y multas, sufriendo las chepas y los baches, mientras las bicicletas no pagan un duro y además el Ayuntamiento se ha gastado miles de euros los últimos años en hacer carriles bici (mágicos, porque aparecen y desaparecen de repente, pero ese es otro tema) e incluso en ofrecer bicicletas de alquiler, a cambio de nada. Por eso entiendo el cabreo de un amigo cuando ha visto cómo va a subir otra vez la recaudación a cuenta de los automovilistas.