Ajuste especialmente duro para el aeropuerto

El recorte que ha sido finalmente aplicado al aeropuerto de León es singularmente duro. Pierde casi el 47% de su plantilla. Un dato grave y que merma notablemente las posibilidades de las instalaciones.

La reducción de personal responde al plan de eficiencia ideado para rebajar los costes de la empresa pública Aena, un proyecto que parecía necesario para evitar que la viabilidad de la compañía pública se viese cuestionada.

Pero en el caso del aeropuerto de León este recorte de personal llega precisamente cuando se producirá su momento del año de más actividad, y en concreto en esta temporada en la que está previsto que lleguen a operar hasta tres compañías distintas desde La Virgen del Camino: Air Nostrum, Good Fly y Air Europa.

Las instalaciones aeroportuarias leonesas son deficitarias pero ocurre lo mismo con la práctica totalidad de las existentes en España. Sólo los grandes aeropuertos son rentables y como focos de generación económica tienen que servir para poder mantener al resto, porque incluso sus usuarios no corresponden únicamente a personas de sus propias ciudades sino también de esas otras donde están esas instalaciones deficitarias.

Para León la defensa de su aeropuerto tiene que ser, en todo caso, prioritaria y aunque el momento económico no es el más positivo siempre tiene que buscarse un crecimiento del volumen de operaciones para consolidarse en el mapa aéreo.