Ni pizca de gracia

El andaluz que dirige Unicaja, ese que se va a quedar con la que fue la Caja de todos los leoneses a precio de saldo, está que salta de alegría. Se va a llevar los restos de una Caja saneada por todos y no se comerá ni uno sólo de los conflictos.

Para eso ya tiene a sus testaferros aquí: UGT, qué papelón está haciendo este sindicato últimamente, Csica y un desaparacido Evaristo del Canto. Medel ordena y manda y ellos, obedecen. Que hay mandar a la calle a 1.230 trabajadores, pues se hace. El cómo es lo de menos. No hay problema, para eso también está el dinero de todos, que no el suyo. Será por dinero. Un nuevo tijeretazo para la maltrecha economía leonesa, que en breve verá como pierde más de 200 empleos. 200 cotizantes y generadores de riqueza que van a pasar a mejor vida, porque así lo han decidido los hombres venidos de Europa, vestidos de negro cual cucacharas, que ya han puesto en su punto de mira a quienes confiaron sus ahorros a la que siempre creyeron su Caja.

Ahora se les llama preferentistas. ¡Qué curioso! El diccionario los define como aquellos que tienen preferencia, pero en todo esto han pasado a ser los últimos de la fila. A ellos, los testaferros de Medel, por mandato de las cucarachas europeas, ya han decidido que les van a dejar sin gran parte de sus ahorros. Y mientras, otros se llenaron los bolsillos con prejubilaciones millonarias, bueno menos para el fiscal jefe de León. Será que a él también le sobra el dinero.

Lo que se está haciendo con toda esta gente es de una desvegüenza tal que debería sonrojar a toda la clase política. Aunque para perder algo antes hay que tenerlo y está claro que a estos políticos les queda ya poca vergüenza. Ellos están a lo suyo. Al recorte por el recorte.

Nada de lo existía hasta ahora sirve ya. Todo se mide por la rentabilidad y ahí el servicio público está perdido. El útlimo ejemplo es el tren. Fuera paradas y a las personas a las que les afecte, que se fastidien. Al fin y al cabo, qué le importa a la ministra de Fomento gallega lo que le pase a uno de un pueblo de la montaña leonesa.

Para ése ya está el salvador Silván y su transporte a la demanda. Es lo bueno que tiene este consejero nuestro, que lo mismo te dice hoy que no se va a quitar ni una sola frecuencia de tren, que al día siguiente te lo aclara: se va a quitar, pero menos. Lo que no sé es de que se ríe el señor Silván, porque no tiene ni pizca de gracia.