Diario de León

TRIBUNA

El P. Adolfo del Pozo y su misión en Iquitos

Publicado por
Fernando CAMPO DEL POZO.
León

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Causó profunda impresión en Iquitos la noticia de la muerte del P. Adolfo Benito del Pozo Liébana a la edad de 74 años en Lima, cuando le iban a realizar un chequeo médico. Nació el día 24 de mayo de 1939 en Campo de Villavidel, donde cursó los estudios primarios, pasando luego al Seminario de Valencia de Don Juan, donde estudió los tres primeros años de Latín y Humanidades (1952-1955) y el primero de Ciencias (1955-1956). En el convento de San Nicolás de Tolentino, en Becerril de Campos (Palencia) completó las Ciencias y cursó primero de Filosofía (1956-1958). Después de cursar el 2º de Filosofía en el Real Colegio Seminario de Valladolid (1958-1959), tomó el hábito agustiniano en 1959 y profesó el 27 de septiembre de 1960. En el mismo Valladolid concluyó la Teología (1960-l964). Fue ordenado sacerdote en la Catedral de León el 9 de julio de 1964 por el cardenal Landázuri, arzobispo de Lima y Legado Pontificio al Congreso Eucarístico Nacional celebrado en la capital leonesa. Cantó misa el día 25 de julio. Ese año le hablé de mis experiencias sacerdotales en Venezuela y me manifestó su deseo de ir a las misiones de Iquitos.

Después de cursar un año de Pastoral en Salamanca (1964-1965) fue destinado al Perú, con destino a la misión de Iquitos, a donde llegó el 29 de marzo de 1965. Su primer destino fue la parroquia de Santa Rita en Castilla para ejercer los oficios de procurador. Procuró poner los libros al día y visitar los caseríos cercanos.

El 24 de enero de 1968 fue destinado a la parroquia de Ntra. Sra. de Fátima como vicario cooperador, en Iquitos, el 21 de marzo de 1969. Trabajó con los grupos juveniles y la Legión de María. Viajó a Lima en 1971 para cursar estudios superiores de Teología en la Universidad Católica, obteniendo el grado de Bachiller en Teología. Volvió a Iquitos, donde sustituyó al titular de la parroquia de San Martín de Porres el 12 de mayo de 1973.

En 1974 fue elegido procurador del Vicariato con residencia en la parroquia de Fátima. Allí va a realizar una buena labor docente en varios centros estatales, como la Gran Unidad Mariscal Oscar R. Benavides. Su principal apostolado fue en la parroquia con retiros y cursillos de formación religiosa y pastoral.

En la Asamblea Extaordinaria del Vicariato de Iquitos fue nombrado Coordinador del Área de Vocaciones y encargado del Preseminario, haciendo también de Consejero Vicarial desde el l de octubre de 1980. Y el 22 de marzo de 1981 se graduó como Profesor de Educación Básica, Área de Educación Religiosa y Orientación y Bienestar del Educando (OBE) en la Escuela Normal Superior «Marcelino Champagnat».

A partir del 28 de julio de 1986 participó en el Seminario de Planificación Pastoral organizado por la Pontificia Universidad Javeriana e intervino un Cursillo de Capacitación en Orientación y Bienestar del Educando patrocinado por el Ministerio de Educación. Coincidí con él en Bogotá y luego le visité en Iquitos. El trataba de promocionar las vocaciones nativas. Era un tiempo en que «el péndulo de las vocaciones —como él mismo afirma— entra en su fase de aceleración en el Vicariato y en la Iglesia peruana».

El Consejo Vicarial abre una Casa de Formación en Iquitos y le puso al frente del Preseminario en la parroquia de Nuestra Señora de la Salud el 11 de noviembre de 1988. En esta parroquia y dirigiendo a jóvenes pasó el resto de su vida. Ya no quería volver a España ni en sus bodas de oro sacerdotales que celebrará en el cielo. Al visitar su tumba el 5 de abril, para rezar un responso, estaba un joven acompañándole. Al preguntarle por qué estaba allí, contestó que era su amigo. Le querían mucho en Iquitos, porque era muy bueno y compartía la alegría con todos los que acudían a él como guía de almas y formador de jóvenes.

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