Al rey que rabeó

Tenéis ahora delante, sacra y leal majestad, el tiempo y la potestad de dedicarlo a elefantes o al bogavante torcaz... o a regata navegante (sin Bribón , en realidad), al guante del buen mercante o al galante algo tunante que está en vuestra mismidad (dijo Raúl de Pozo, al que estimáis por su pluma, que sois vos gran follador y es piropo sin embozo, ¿querrá meteros en suma un título ennoblecedor que nos mueva al alborozo o a cantar bajo la luna la zarzuela El rey que rabeó ?).

Tiempo de ocio ganado, se acabó la tempestad, atrás quedó ya lo herrado , lo acertado y lo demás... y delante, lo vacante, oficiáis vos el talante, ministro de la amistad, ejemplo de tercera edad... y ahora seréis Almirante de la Parte de Adelante (diz Calamaro cantante)... buen destino, majestad... celebradlo en gozo y paz... y haréis a España gigante si os imita abdicante el que se clava al estante apalancando el morral, el trincón y el zozobrante, pues también han de cesar a toda celeridad de su altura gobernante, su renqueo rocinante o vendida voluntad, que el país ya va sobrado de vagos y maleantes... vengan cambios de verdad.

Dijísteis en cierta ocasión que no abdicaríais jamás... ¿qué argumento fue el ladrón de esa vuesta facultad?, ¿quizá un príncipe impaciente?... ¿fue quizá la enfermedad?... ¿o la nuera reticente?... ¿acaso quebró lealtad vuestro pueblo impenitente?... ¿o es que fue oportunidad de salvar trastos y dientes antes que la realidad (judicial o intransigente, republicana o mordaz) ajuste cuentas pendientes?... ¿es la vida tan fugaz?... ¿y la Corona es corriente?...

Mejor abdicante que derrocado.

Decidido: vaya a Felipe el recado.

Abdicar es de cobardes, dijéronle sin más cortarse al Benedicto saliente y el Papa dijo doliente «si la cosa está que arde, ¿a qué hacerme yo el valiente?, mejor pronto que tarde»... ¿seguísteis vos el consejo?... porque vienen peliagudos los nuestros fantasmas viejos: secesión republicante, república federal, federación de asonantes, consonancia en funeral, monarquía en entredicho, las películas de jichos en la escena cameral, cámaras a capricho... y camarilla al ramal... ¡alegraos, majestad!, a vos no os comerá ese bicho.