Manzanedo...

Tiene lógica que, si eres de Manzaneda, te tire un Manzanedo. Le pasó a mi hermano Jose, que nació en el Torío junto a uno de los santuarios más chulos de León ( el de Las Manzanedas , dice la gente) y le acabó encandilando un día la iglesia arruinada de Manzanedo de Valdueza, asaltada por malezas e incurias en ese grandioso apretón de montes que escoltan al Valle del Silencio, valle que llamaron así porque, como todos saben, andaba un día por allí san Genadio rezando en su cueva y el murmullo del arroyo que corría cerca le impedía, al parecer, concentrarse en su meditación, así que se sulfuró (mira tú qué paciencia y chulería la de ese anacoreta con un pobre riachuelo que debió considerar torpeza de Dios por crearlo tan ruidoso) y lo hizo callar haciéndole correr bajo tierra, hale, chitón... ¡Silencio!... y el valle calla... menos el viento, la pajarada, la lluvia y las esquilas que hicieron puto caso a la riña del venerable.

Total, que volvía mi hermano de Guatemala después de varios años ajetreados allí de párroco, prior o profesor y traía unas ganas tremendas de silencio. Pidió a su orden tres años de retiro en plan cartujo, cuasiermitaño... a meditar, a laborar y a escribir. Corría el año 1990. Recaló en Manzanedo, pueblín de treinta casas agazapado en un pliegue alto del valle, vio algo alejada de él una pequeña iglesia románica en ruinas y se prendó de la tarea que allí se le prometía y aguardaba: reconstruirla con sus manos y con las ayudas que se arrimaran... la iglesia y también el canijo cenobio adosado a ella en el que hasta 1914 vivieron dos monjes.

Como el lugar pertenece a la diócesis de Astorga, rogó los permisos a un obispo Briva Miravent extrañado de la terquedad ermitaña de alguien con su talento pastoral y tan activo, pero no halló razones para rebatirle y le dió el placet ... habló después Jose con el párroco del sitio, a quien alegró mucho la idea...al principio, después frunció ceño (¿por?) y el plan acabaría también tieso bajo esa ruina románica.

Pero el sábado, veinticuatro años después, le di gran alegrón al contarle que los de Promonumenta la desbrozaron y le ensillaron losas o muros. Es urgente salvar esa ruina y soñarle un plan.