EDITORIAL: El año electoral beneficia a León con un Presupuesto notable pero sin novedades
Los ciclos electorales tienen mucha más influencia en la actividad real de las instituciones de lo que suelen admitir los políticos. Tras años de recortes y de parón evidente en todo tipo de obras y proyectos la llegada de un 2015 con doble cita con las urnas —municipal y autonómica en mayo y nacional en otoño— genera una expansión muy relevante en las cifras de los Presupuestos Generales del Estado. Es cierto que la rebaja en la siempre inquietante prima de riesgo facilita al Estado la disponibilidad de más dinero al pagar menos intereses por su deuda, pero también se hace evidente que los plazos no engañan y que la apertura de las líneas férreas nuevas, del edificio Araú o de varias inversiones en regadíos coincidirá con los tiempos electorales. Y en ese contexto debe interpretarse la reforma del IRFP y la rebaja del céntimo sanitario que graba los combustibles anunciadas ayer por el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera para 2015.
Los Presupuestos presentados ayer por el Gobierno son en general positivos para León. Se registra un importante incremento en las inversiones —443 millones de euros— hasta el punto de situar a la provincia como la cuarta del país y la primera de la Comunidad. Un éxito que tiene una interpretación sencilla si se tiene en cuenta que en medio de una paralización generalizada es el AVE el gran protagonista de los presupuestos de Fomento para toda España. Pero sería injusto no reconocer que, al margen del tren, también reciben impulsos aspectos relevantes para la provincia como el Inteco o el Museo de la Energía de Ponferrada, los regadíos, el edificio Araú, la muralla de León, la nueva sede de la Seguridad Social y algunas autovías. En el nuevo enlace viario hacia Orense se cumple el compromiso de iniciar la redacción de los proyectos de obra en este 2015 y en la León-Valladolid se vuelven a presupuestar fondos para relanzar las obras con una solución para el yacimiento de Lancia.
Castilla y León también sale bien parada en estos presupuestos con especial protagonismo del tren —recibe un gran impulso el ramal de Burgos hacia Vitoria— y de la Autovía del Duero, un proyecto clave para la Comunidad.
Pero en el debe de estas cuentas ideadas por el Gobierno central debe anotarse en primer lugar la ausencia total de cualquier iniciativa novedosa. Toca intentar completar lo que estaba en marcha cuando llegó la crisis y lo que es especialmente negativo es que desaparecen proyectos que son necesarios como la rehabilitación del Teatro Emperador para evitar su ruina o en el plano ferroviario descarrilan la plataforma logística de Torneros y la ansiada integración del AVE en la capital.