Diario de León
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manuel alcántara
León

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L a dirección de Ciudadanos, en vista de las aglomeraciones, ha decidido depurar sus listas de candidatos para evitar empujones. Nadie sabe si le va a dar tiempo para expulsar a sus camisas viejas que acaban de recoger de la tintorería las prendas, que están como nuevas. Deben ponerse en cola porque el carro del presunto vencedor está ocupado hasta el pescante.

El vertiginoso proceso de expansión nacional no ha tenido más remedio que reconocer que mucha gente se ha saltado su turno y ahora quiere poner en lista de espera a los candidatos que ‘no den el perfil’, pero hay gente que sólo da su lado bueno cuando los retratan de espaldas, sobre todo de espaldas a los acontecimientos.

No se entiende bien, aunque se comprenda, el afán de desacreditar al rival político. Insultar es gratis pero no es muy inteligente llamar tonto de capirote a los que dentro de muy poco tiempo van a ir en la misma procesión, porque no hay más cera que la que arde.

Denigrar al contrario electoral, llamándole cretino, quizá diste mucho de ser una calumnia, pero suele ser contra producente, ya que pronto serán compañeros de filas. Ponen como un trapo a todo el que agita otra bandera es una torpeza y por lo tanto constituye una de nuestras tradiciones. Aquí se llevan mal hasta los adictos.

A Ciudadanos le está saliendo todo bien antes de explicar dónde está la salida, pero quizá no debiera extremar su rigor en depurar sus listas de candidatos y echar fuera a los menos fotogénicos. En las muchedumbres siempre se cuelan gentes que pasaban por allí y se pusieron al frente de la manifestación.

Cuidado con indisponerse con los que van a formar parte de la misma formación. En nuestra particular Babel hay políglotas que sólo hablan en su propio idioma, pero menospreciar al contrario sigue siendo el mejor método para la devaluación de la victoria. Si el rival no vale un duro, o un euro, que tampoco vale nada, el triunfo carece de mérito. Los que van a pactar nos saludan. No van a jugarse sus vidas, sino las nuestras. Un respeto.

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