EDITORIAL: Tiempo nuevo para clarificar Cataluña

Las elecciones autonómicas de Cataluña han abierto una nueva etapa. El independentismo tendrá mayoría absoluta en el nuevo Parlament pero sin alcanzar el 50% de los votos. Y con este resultado es necesario dar un paso al frente y afrontar la situación singular de un territorio que sin duda es parte imprescindible de la unidad de España pero que merece ser tratado de acuerdo con sus especifidades para avanzar hacia la normalización.

Las actitudes marcadas por la confrontación o por inacción han conducido al conjunto del país a una situación dañina, porque existen efectos graves para todos que van incluso más allá de la convivencia y que tienen consecuencias directas como en el incremento de la prima de riesgo que cuantífica lo que España paga como interés por su deuda pública, un dinero que se pierde en otros asuntos que deberían ser los prioritarios.

Desde hoy mismo los partidos mayoritarios están obligados a afrontar el problema catalán, con responsabilidad y dentro del marco constitucional. La situación de división ciudadana no puede mantenerse por más tiempo. Urge un esfuerzo en el que tienen que adquirir un papel de liderazgo inaplazable el PP y PSOE, y haciendo todo lo posible para intentar que fuerzas importantes como Ciudadanos o Podemos se sumen al proyecto que debe marcar la nueva convivencia.

El PP debe asumir que las posturas inmovilistas no resuelven los problemas y el PSOE debe ser consciente de su importancia en la sociedad española para evitar esa dañina falta de claridad con la que deja pasar el tiempo intentando no perder votos por ningún frente.

Unos y otros han generado situaciones en territorios como Cataluña que no son aceptables. En democracia existen unos principios, como el de la igualdad de todos los ciudadanos, que son imprescindibles. No es aceptable que incluso se permita el incumplimiento de las sentencias judiciales. Los errores del pasado han generado una situación peligrosa que no puede prolongarse por más tiempo.