Diario de León
Publicado por
PEDRO TRAPIELLO
León

Creado:

Actualizado:

Cuanto más fútbol veo, más me gusta el rugby. Y cuanto más rugby veo, más me gustan los all blacks, los salvajes de Nueva Zelanda, un país que no llega a tres millones de habitantes y tiene ocho millones de ovejas merinas (tataranietas de unas de por aquí), admirable lugar que nunca es noticia y que, junto a Canadá, me evoca una patria ideal; y por pastoril, bucólica, si es que aún cabe el sueño de alguna patria... o lo bucólico.

El rugby sigue siendo la patria de la honorabilidad deportiva, pese a ser el juego en que más contacto se produce entre contendientes, contacto que en muchas fases del juego parece brutal, agresivo; pero precisamente por eso, sus inventores ingleses lo metieron en sus universidades y se obligaron a que una caballerosidad muy británica gobierne sus modales (hoy se ven aisladas excepciones entre profesionales, pero en rugby la inmensa mayoría de sus jugadores sigue siendo el amateur que se deja la piel por la honra, no por el trofeo, que alguna vez es sólo una cuchara de madera).

En este deporte jamás se verá discutir una decisión arbitral y, a pesar de la facha de cafres o armarios que tienen los quince de cada equipo, nunca llega la sangre al río, pues en el rugby se sangra, y cómo, se rebozan en barro y leña, hay costaladas de estripar riñones y, acto seguido, se levantan para seguir derribando postes... al final del partido parece que vienen de algún frente de combate, se dan la mano y se marchan los dos equipos juntos a pelear contra dos o tres barriles de cerveza.

Sin embargo, en el fútbol lo normal es al revés, mandan los quejicas, los actores, los divinos y los tramposos.

En la final del mundial de rugby de hace unos días (partidazo) pelearon Australia y Nueva Zelanda; y entre los mejores, Argentina, qué curioso, país que tiene tirria a todo lo inglés (que secretamente admira; lo manda Borges).

Y dicen los ingleses que un equipo de rugby ha de formarse con 8 jugadores fuertes y activos, 2 ligeros y astutos, 4 altos y rápidos y 1 que es modelo de flema y sangre fría, porque esa es la proporción ideal entre los hombres (y ahora ya sabes por qué el rugby no gusta nada en España).

tracking