Diario de León
Publicado por
PANORAMA Antonio Papell
León

Creado:

Actualizado:

E l Partido Liberal alemán (FPD), que brilló sobre todo gracias a un político excepcional, Hans-Dietrich Genscher, que fue ministro del Interior y de Asuntos exteriores entre 1974 y 1992 con los socialdemócratas Brand y Schmidt y con el democristiano Kohl desde 1982, fue un partido bisagra característico, capaz de pactar por babor y por estribor, primero con el SPD y luego con la CDU-CSU, como se desprende de la biografía política de su representante más ilustre. No es fácil sin embargo emular esta proeza en España, donde el relativismo político se interpreta como una prueba de deshonestidad y donde se duda de que, cuando cambian las circunstancias, haya que cambiar de opinión, como proponía atinada e irónicamente el gran Keynes. De hecho, sobre las negociaciones de PP y Ciudadanos ya comienzan a planear las inconsistencias que a buen seguro se desprenderán de la doble maniobra de pactar primero con el PSOE un determinado y complejo programa (que no sirvió para la investidura de Pedro Sánchez) y hacer lo propio ahora con su antagonista, el PP.

La gran cuestión que no tiene todavía respuesta y de la que dependerá el éxito o el fracaso de la negociación es procesal: ¿habrá que guardar la misma proporción en el reparto de contenidos cuando haya discrepancias? De momento, ha trascendido que las dos formaciones están de acuerdo en algunos aspectos pero ¿hasta qué punto deberá llegar el acuerdo para que ambas formaciones consideren que su pacto es útil y decidan por lo tanto suscribirlo? Otra cuestión que interviene en la negociación en marcha —o, mejor, en el juicio crítico que de ella hagan los electores— es la volubilidad de Ciudadanos, que tras negociar un programa con el centro-izquierda, lo está haciendo ahora con el centro-derecha. Como se ha recordado, Ciudadanos transigió en su momento con una subida significativa del Salario Mínimo Interprofesional; con una revisión cuasi integral de la última reforma laboral, aprobada durante el mandato de Rajoy; y con la derogación de la Lomce en un primer momento, aunque más tarde surgieron diferencias claras entre la concepción del modelo educativo entre ambos partidos. Lógicamente, Ciudadanos deberá hacer un alarde de transparencia y claridad expositiva para explicar la evolución de una posición a otra. Lo que hoy requiere una observación atenta es si el PP de Rajoy, que durante cuatro años, apoyado sobre una potente mayoría absoluta, ha desarrollado su propio programa sin prestar oídos a terceros, será capaz de entender que en un hipotético gobierno basado en sus actuales efectivos tendrá que acordar prácticamente todas las decisiones con su socio de gobierno y con la oposición. No faltan quienes consideran imposible esta mudanza.

tracking