Deberes de todos

No es politicamente correcto decirlo, pero es lo que pienso: estoy a favor de los deberes. Como su nombre indica deberes son los que se deben hacer. Los niños tienen unos deberes (escolares y de aprendizaje) y los mayores tenemos los nuestros.

El problema creo que reside no en que se les manden muchos deberes a los niños y no tienen tiempo de jugar (ahora jugan a videojuegos y lo hacen en todo momento, pero tampoco tienen tiempo con una agenda llena de actividades extraescolares), sino en que los padres son los que realmente hacen los deberes de sus hijos o los ayudan con tal implicación que les lleva muchas horas y por eso se quejan de que no pueden conciliar. La solución es fácil: basta con que esos padres que se quejan recuerden quién les ayudaba a ellos con sus deberes infantiles y apliquen el cuento.

Los deberes son para los niños. Si ellos no los hacen o no saben hacerlos existen los profesores particulares (otro empleo en extinción) que a todos nos han ayudado alguna vez, pero de lo que se trata es de que el niño sepa que hay unos deberes que tiene que cumplir, porque es lo que le corresponde y los padres no deben implicarse más allá de saber si hacen lo que les piden en el colegio, pero sin sacarles del apuro. El niño está aprendiendo y si no le dejamos que entienda que desde pequeño se tienen obligaciones, creerá que sólo tiene derechos, que son la otra cara de la moneda de los deberes. Si el niño no aprende eso, porque sus padres le ayudan o prácticamente se lo dan hecho, cuando sea mayor necesitará que le vuelvan a echar una mano cuando deba cumplir con un trabajo o cualquier responsabilidad no grata.

Los padres que piden menos deberes o ninguno para sus hijos les están haciendo un flaco favor. Porque desconocerán valores tan impresdindibles en la vida como la constancia, la paciencia y el trabajo. Si no lo aprenden de pequeños no lo harán de mayores. Nosotros tuvimos deberes, reválidas, pruebas de acceso a la universidad y otros muchos handicaps y no salimos tan mal, así que no entiendo por qué no queremos lo mismo para nuestros hijos, cuando a la larga les iría mejor, Pero ya sé que la vida de nuestos retoños no será como la nuestra. Tampoco la nuestra fue como la de nuestros padres...