Tiriti-Trump
El mejor «meme» o fotochanza visto por este columnista sobre la victoria de Donald Trump no lo protagonizaba el hombre del pelo en ámbar sino un enorme cantante flamenco. Sobre un montaje entre el cuerpo del nuevo presidente de los Estados Unidos y la cara del cantaor, en la foto, con una gran bandera nacional americana de fondo, aparecía este texto: «Ya lo predecía Camarón. Tiriti Trump, Trump, Trump». Aquí nos ha pillado por sorpresa a todos el triunfo del empresario venido a menos y el político ido a más, pero quizá es porque no somos bastante humildes: si no entendemos ni medio bien lo que ocurre en nuestra casa, con toda la información de que disponemos, como para comprender lo que pasa en las ajenas. Es verdad que ese hombre alto como un semáforo y en permanente ámbar, que es sinónimo de peligro, ha hecho una campaña con declaraciones estrambóticas, cuando no directamente reprochables desde un plano moral, pero tampoco se puede decir que nadie lo viera venir. El polémico cineasta Michel Moore, demostrando que para entender a un chiflado lo mejor es otro chiflado, predijo esta victoria a finales de septiembre, aduciendo cinco razones por las que iba a ganar estas elecciones pese a que le habría gustado equivocarse. Les recomiendo buscar el artículo: es de una lucidez apabullante e incluso, con los debidos ajustes, puede aplicarse a algunas de las cosas que pasan aquí. Si ahora se está preguntando cómo es posible que este tío del puro nos esté aconsejando la lectura de un chalado, recuerde la definición de Chesterton: loco es aquel que lo ha perdido todo menos la razón.
Para la gresca patria que ha traído aparejada la derrota electoral de Hillary Clinton, que siempre hay dos formas al menos de decir las cosas, me refiero a las acusaciones entre «neocons» y «neocoms», entre los nuevos conservadores de Ciudadanos y los nuevos comunistas de Podemos, sobre a los que a menudo puede pensarse que solo los separa una letra y la mesa del bar de Jordi Évole, el artista antes conocido como El Follonero, me atrevo a sugerirles algo más sustancioso que un «meme»: el breve ensayo sobre el populismo que, con ese título, ha publicado no hace mucho José Luis Villacañas. Allí, entre otros muchos asuntos, se explica que los populistas creen en la forma «multitud».