EDITORIAL | Otra manera de comprar sin comprar más

El ya acomodado Black Friday, que representa de manera genuina el modelo de la más agresiva política de ventas y que al final acabó arrastrando al comercio tradicional leonés, deja una sensación agridulce para el sector, satisfecho por un lado con el estímulo puntual de las operaciones pero seguro de que repercutirá negativamente en la caja en las próximas semanas, al menos hasta las rebajas de Navidad y Reyes. El «atrincheramiento» del consumidor hasta las nuevas ofertas sólo demuestra un cambio en los hábitos del consumidor y en las prácticas del vendedor, pero no una recuperación del consumo que sólo llegará con la del empleo.