EDITORIAL | Las vacunas, libertad o responsabilidad
En España sigue siendo mínimo el porcentaje de padres que se suman a esa corriente que promueve que los niños no sean vacunados. En el caso de León apenas suponen el 0,8%. Pero detrás de este fenómeno que sí tiene incidencia en otros países —como en Alemania— hay un problema al chocar directamente la vigente libertad de los padres para decidir sobre la salud de sus hijos y la responsabilidad social de no convertirse en propagadores de enfermedades al no estar debidamente inoculados.
El caso del niño que falleció en Olot hace dos años por difteria generó un debate que sigue presente sin que las autoridades sanitarias hayan buscado una fórmula que cierre la polémica. El pequeño tenía seis años y perdió al vida porque sus padres no habían querido inmunizarlo.
Este tipo de asuntos son muy complejos cuando toca legislarlos. El bienestar social choca con la libertad, con la de quien decide sobre su familia, pero también con la de quienes tienen derecho a la salud o a la de sus hijos.