No la dejes correr

El agua siempre ha sido un bien escaso. En mi infancia no era necesario que nos lo recoradaran, porque muchas casas no tenían y a algunos pueblos tardó bastante en llegar. Luego, cuando su consumo fue aumentando, no había suficiente y por eso en verano eran frecuentes los cortes de suministro, que aquí se prolongaron hasta que se hizo la traída del Porma. Pero ahora el problema es otro. No se trata de la acometida ni de la captación, sino de la sequía que ha dejado desérticos los pantanos y aunque el tiempo cambia creo que deberíamos irnos acostumbrando a que con mayor frecuencia no haya de donde sacar agua.

El aumento del consumo y los incendios forestales tienen mucha culpa de esta situación. Los incendios por doble motivo: el agua que necesitan para apagarse y la masa forestal que destruyen y que deja de ser un reclamo para las nubes y por tanto se reducen las lluvias.

Por todo esto creo que hay que irse olvidando de viejas costumbres como las fiestas del agua (Villafranca del Bierzo las suspendió este año, con toda lógica) o de espuma, pintura y otras por el estilo que necesitan agua en gran cantidad para dejar después todo como debe estar. Y también hay que olvidarse de los baldeos de calles. Al menos con agua potable. No debe tirarse el agua y eso es lo que se hace con los baldeos. Tampoco debe gastarse en regar jardines. Para eso debe utilizarse agua tratada en las depuradoras.

Se nos vendió que las depuradoras trataban el agua dejándola apta para otros muchos cometidos, entre ellos el riego y la limpieza. Pero parece que son cosas que se dicen cuando hay un proyecto nuevo, que quedan muy bien, pero que luego se olvidan.

Pues habrá que recordarlas. Nuestros ediles tendrán que hacer frente a estos retos y hacer las acometidas necesarias para que el agua tratada en las depuradoras pueda llegar a bocas que suministren a los camiones de limpieza y a los jardines.

El agua es un bien escaso, no debemos olvidarlo y por eso tenemos que hacer lo necesario para no malgastarla. Deberían ir pensando en campañas para concienciar al ciudadano de que nos va la vida en ella y por eso hay que actuar con mesura, porque es necesaria para producir alimentos, así que para calles y jardines habrá que utilizar la reciclada en las depuradoras. La vieja canción de «agua que no has de beber, déjala correr» ya no tiene sentido.