EDITORIAL | Buena decisión para avanzar en la solución del conflicto de la Variante

Una decisión tardía pero razonable ha llevado finalmente al ministerio a apartar a las confederaciones hidrográficas del Norte y del Duero de la gestión para la búsqueda de una solución que se pretende definitiva al desastre medioambiental de la Variante de Pajares.

Las deficiencias y los graves errores en el informe de impacto ambiental que en 2002 sirvió de base para afrontar la ejecución del proyecto vienen siendo la causa de la sequía de los acuíferos de la cabecera del Bernesga y la fuga de agua a la vertiente asturiana de un volumen equivalente a la mitad de la que consume la ciudad de León en ese mismo tiempo. Y han sido precisamente los conflictos competenciales entre CHN y CHD lo que ha impedido el entendimiento y el avance en la solución.

Medio Ambiente deberá afrontar ahora la redacción de un informe corrector que permita modificar parcialmente el original, previa investigación de las causas que originaron los daños, su inventariado y la definición de una solución integral para un problema que ha puesto en jaque la ejecución de la obra de ingeniería más importante, tanto técnica y como presupuestariamente, jamás afrontada por este país.

Y eso no debería hacerlo dejando al margen a los grandes dannificados, los pueblos de los municipios de Villamanín y La Pola de Gordón, a los que en justicia no sólo se les debe dar voz y voto, sino posibilidades económicas que les permitan sustentar la defensa de sus legítimos derechos.