El no currículo

Se me ha ocurrido cómo terminar con esto de los currículos falsos. Me vino así, de repente. Esto mismo se le ocurre a uno de Estados Unidos y le hacen de oro. Y además ruedan una miniserie sobre su vida, para la televisión por cable. Como soy altruista lo voy a compartir en vez de correr a patentarlo en el Registro de Ideas Geniales. El lío se ha armado porque en el currículo de toda la vida debemos incluir lo que hemos estudiado y hecho. Ahí está el fallo. Mucho mejor sería al revés. Deberíamos poner lo que ignoramos y lo que nunca hemos llevado a cabo. Así, todos podríamos explayarnos. A mí en un currículo convencional lo de los idiomas me da para una casilla y aún me sobra espacio para que fluya el aire. En cambio, en el no currículo puedo caer en el frenesí enumerador: no habló sueco, ni bantú, ni turulandés, tampoco ruso, ni ninguno de los cien dialectos que se hablan en la India, de griego solo sé decir Zorba… en fin, y así con todo. El no currículo da para fardar mucho más. No soy ingeniero, ni perito, ni abogado, ni médico, ni… Y no digamos los no premios conseguidos: sin nobeles, cervantes, planetas…

Expresadas en torrencial nuestras lagunas, todos tenemos algo de Aristóteles. Nadie mentiría, porque lo que lo que ignoramos ocupa muchísimo más que lo que sabemos. Cualquier verdad curricular resulta sosa ante las infinitas posibilidades del no currículo: no he estudiado en Oxford, ni en Harvard, ni en Princeton… Y con los datos personales, lo mismo. ¿Estado civil? Y enumeras toda la lista de mujeres con las que no te has casado y los hijos que no has tenido. Incluso en la foto puedes poner la de otro señor o señora. ¿Acaso es mentira que no eres Mengano, ni Zutano? Total, ya puestos, qué más da.

Ahora en serio: lo que somos y hemos hecho en la vida lo llevamos cada uno escrito en la cara. No creo que haya carrera más difícil que ser buena persona, ni máster más prestigioso que ser digno del amor que depositaron en ti tus padres. ¿Quién no tiene algún suspenso en esto? Llevas tu propia cátedra en la mirada. Y sí, algo tiene que cambiar en política, en todos los partidos. Porque tanto rechazo provoca un currículo falso como quien cree que todo vale con tal de que sea verdad.