El emperador

Símbolo por excelencia del León elegante y señorial, el Emperador forma parte principal de la educación teatral y cinematográfica leonesa. Contra lo que suele decirse, creo que los sentimientos generan algún tipo de derecho, así que precisamente por ello la ciudad no olvida aquel universo de afectos que ocupa un lugar de privilegio en el panorama local. Pese a que hace la friolera de doce años que cerró sus puertas, esta capital pródiga en pérdidas trágicas no se resigna a olvidar para siempre la que fue durante décadas una de nuestras mejores tarjetas de presentación. Reducto del buen gusto por su aroma confortable y añejo, el Emperador es uno de los rasgos de identidad más destacados dentro de las liturgias del pasado, pues por el nobiliario edificio cargado de prestancia pasaron las mejores compañías y revistas de la época, encabezadas por Paco Martínez Soria, Antonio Machín o Celia Gámez. Hogar y cálido refugio durante los duros inviernos del pasado, en su formidable pantalla vimos El Padrino, E.T. el Extraterrestre y los más selectos estrenos, publicitados por los inspirados cartelones de Velasco.

Aquellas instantáneas del pasado puede que recobren un halo de vida y actualidad, pues según informa el Diario de León parece ser que el almacén de nostalgias que es el Emperador vuelve a escena. El ministro de Cultura, José Guirao, ha incluido el tema en su agenda, tal como hizo público el Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música. Por lo visto, también existe un proyecto de restauración firmado por el prestigioso arquitecto Peridis que, por un precio asequible, permitiría reflotar este lugar cargado de Historia y de historias. Con la sabiduría de los pueblos viejos, aguardamos el desenlace de una operación que permitiría poner nuevamente en valor una construcción que fue nido de chismes y de anécdotas, aparte de guardar como oro en paño los mejores aromas y texturas de la genética capitalina. Porque el retrato de familia y nuestro pasado común no se entienden sin la presencia del teatro Emperador, ya que evoca el mejor ser y el sentir de León.