Posible sueño imposible

Solo conozco a una persona que tenga un ejemplar de la edición príncipe del Quijote, la de 1605. Nuestro querido fotógrafo Norberto Cabezas los coleccionaba, pero intuyo que ese no lo tenía. No importa, allí donde se encuentra estará dando paseos con el propio Cervantes y haciéndole reír. Varios han sido los leoneses, de nacimiento o de adopción, que lo han ilustrado total o parcialmente: Vela Zanetti, Beberide, Gómez Domingo, Chamorro, Martín, Ricardo Ranz… Aparentemente, tras el expresionismo de Antonio Saura, en la frontera entre la figuración y la desintegración de las formas, no sería ya posible hacer algo novedoso, pero no hay techo para una obra infinita. Con motivo de mi 60 cumpleaños recibí la edición realizada por José Manuel Lucía Megías, primero editada por Castalia y ahora —para Hispanoamérica— por Planeta. Las ilustraciones son de Miguel Rep y acentúan el humor de la novela, pero sin eclipsar el amor y el dolor que también recorren esta obra maestra. Un logro prodigioso al alcance de muy pocos: ser fiel a Cervantes y a la vez hacerlo desde una voz propia. Si 2019 va a ser el año en que van a adentrarse -por fin- en las quimeras de Alonso Quijano esta es mi recomendación: para la mesilla de noche, la edición de bolsillo de Francisco Rico; para la del sofá la de José Manuel Lucía , en la que las geniales ilustraciones del argentino servirán además de gancho para los jóvenes de la casa. No es mérito menor actuar de reclamo a la futura lectura, en la retina de mi memoria llevo las interpretaciones de Perellón y las de Goñi. Por ahí se empieza, por las imágenes.

Estamos celebrando la Constitución de 1978, proeza colectiva de la sociedad española, en la que nuestro idealismo no salió derrotado.Aquel día, proclamamos al unísono que la libertad es “uno de los más preciados dones que dieron al hombre los cielos”. La Carta Magna hizo posible el sueño imposible. No resultamos vencidos.

No es fácil ilustrar la comicidad del Quijote, pues está impregnada además de gravedad dramática. En mi biblioteca cervantina figuran las visiones de Mingote, Herreros y Forges. Me faltaba un cuarto as para el póquer. Rep lo es. Cervantes y Norberto no me dejarán mentir, que diría la mujer de Sancho.