Diario de León
Publicado por
fuego amigo ernesto escapa
León

Creado:

Actualizado:

El próximo jueves 28 se cumplen 95 años de la inauguración del Casino, convertido hace medio siglo en sede del grupo bancario vasco. Su estampa abre la puerta de la ciudad histórica, cuya escala renacentista del palacio de los Guzmanes emboca por la calle Ancha hacia la cima de la catedral. Su autor, Gustavo Fernández Balbuena (1888-1931), fue uno de los pioneros de la renovación arquitectónica española en el tránsito de la retórica medieval al racionalismo. Murió trágicamente, al arrojarse al mar de noche en noviembre, derrotado por la depresión. Viajaba en un crucero familiar frente a Andraitx y se retiró a cubierta después de cenar. Tenía 42 años y sus éxitos profesionales ya marcaban registros excelsos.

Puso de relieve antes que nadie la maestría de la construcción tradicional, dando a conocer las bodegas de Ardoncino en la revista profesional del gremio, con el trabajo La arquitectura humilde de un pueblo del páramo leonés, convertido durante años en manantial inagotable para los estudiosos de la construcción popular. Lo ilustró con una docena de imágenes y una surtida colección de plantas y alzados, que conserva el Ateneo de Madrid. Participó en restauraciones monumentales y abordó el Catálogo monumental de Asturias (1919), que escribió en el sosiego de Ardoncino por encargo del Ministerio de Instrucción Pública.

También llevó a cabo las mermas del castillo de San Esteban de Gormaz, para evitar la reiteración de sus desprendimientos sobre el caserío de la villa románica soriana. Fue experto urbanista, autor del póstumo Trazado de ciudades (1932) y fundador de la revista Arquitectura (1918) y del Gatepac. Urbanizó el Manzanares a su paso por Madrid, y construyó en la capital más de una veintena de casas de vecindad, media docena de hotelitos y un par de fábricas.

Además del Casino de ladrillo (1924), desvirtuado en su estructura interna por la ocupación bancaria a partir de 1970, en León sólo sobrevive su casa de viviendas de Gil y Carrasco 5. El resto fue pasto de una voracidad desarrollista alentada por la galerna del mal gusto: la muniquesa cervecería Duport (1918), que dio refresco y giste al primer estadio silvestre de la Cultural y Deportiva Leonesa en el paseo de las Negrillas, donde también estuvo el chalet de Villa Asunción. Tampoco llegó a nosotros, arrasado por aquel desenfreno, el chalet con jardín y pérgola (1922) de Socorro Merás, en la gran vía de San Marcos, ni el chalet familiar del altozano de Ardoncino con su ladera ajardinada, que vendió su viuda y prima carnal en 1942, arrasado sin contemplaciones. Ardoncino fue el pueblo del abuelo Cayo Balbuena (1825-1909). Como tantos otros leoneses ilustres, Gustavo tiene una calle céntrica en Madrid, pero no en León.

tracking