Diario de León

El urogallo ya tiene su casa en León

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PENSAMIENTO CIRCULAR MARÍA CARNERO
León

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La decisión de llevar el nuevo centro de cría en cautividad del urogallo a la Dehesa de Valsemana, en la Ercina, parece que no ha sentado muy bien a los alcaldes de otras zonas, como Villablino o Picos de Europa, que aspiraban a conseguir este proyecto, que cuenta con un presupuesto cercano al millón de euros, y al que veían como un revulsivo para sus zonas. Aunque se trata de una iniciativa del Ministerio para la Transición Energética, es la Junta de Castilla y León la que tiene que tomar la decisión de buscar el emplazamiento más adecuado para este centro, del que en parte dependerá que esta emblemática especie no desaparezca definitivamente de la Cordillera Cantábrica. En este caso, la Consejería de Fomento y Medio Ambiente ha barrido para casa, y ha decidido con buen criterio ubicar el proyecto en Valsemana, donde la Junta de Castilla y León tiene un centro cinegético dedicado en exclusiva al corzo, en una finca de casi 900 hectáreas. Pero además cuenta con instalaciones en las que hace años se criaron perdices pardillas para repoblar las reservas regionales de caza, y donde cada día se recuperan ejemplares de cualquier especie que requieran de cuidados especiales. Cualquier otro tipo de emplazamiento supondría que parte de ese millón de euros de presupuesto se tendrían que invertir en construir unas instalaciones adecuadas, y dotarlas de personal, y es fácil que en eso ya ‘volara’ prácticamente todo el dinero. Un proyecto tan importante para salvar una especie que se encuentra en serio peligro de extinción, y del que sólo quedan constancia de 292 ejemplares en toda la Cordillera Cantábrica, requiere que se concentren todos los esfuerzos, en este caso económicos y también humanos, en adquirir el material específico y los conocimientos que requiere la cría de una especie tan delicada como esta, y de la que sólo prospera uno de cada diez huevos que se incuban. No se puede pretender que la recuperación de la especie se convierta en objeto de especulación de los alcaldes, para los que cualquier cosa vale con tal de captar inversiones. La cría en cautividad requiere mucho trabajo, concentración y tranquilidad, y para eso Valsemana es un fortín en medio de la reserva de caza de Riaño, un entorno muy adecuado para el urogallo vuelva a la vida.

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