Diario de León
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León

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LOS españoles hemos mostrado siempre una gran capacidad de adaptación: rápidamente nos acoplamos a vivir con más. Vinieron unos años buenos que nos hicieron más amables, pero la bonanza económica parece que nos abandona. La señal más clara es que se venden menos coches desde primeros de año para acá, siendo idéntico el deseo de casi todos nuestros compatriotas de abandonar la maloliente condición de peatones. Pero no es ese un síntoma único. La ocupación de apartamentos turísticos ha caído un 6,5 durante este verano, lo que sin ser un batacazo mortal no deja de ser un coscorrón importante. La gran intriga es saber cómo logramos, teniendo menos que antes, pagar más por todo, pero el enigma se aclara: lo hemos conseguido contrayendo deudas. Nunca me fié del euro. Los años me han dado más sensatez de lo que hubiera deseado y sospeché que el llamado «redondeo» iba a ser la cuadratura del círculo vicioso de la vieja peseta. Ha favorecido a los que venden algo, ya sea unos zapatos o una merluza. Todos han redondeado por arriba, incluso los vendedores de biznagas se han puesto inmediatamente al día. (Ese curvo cónclave de jazmines valía antes trescientas pesetas y ahora vale tres euros. Aprended, flores, de ellos lo que va de ayer a hoy). No es más que un ejemplo. Lo que quiero decir y estoy diciendo es que quienes ganan al mes lo mismo que ganaban antes de la llegada de la moneda europea, ganan menos. En un momento así, hecho a la medida de aprovechados y de golfos, el Gobierno debiera vigilar más de cerca las subidas. La vivienda ha aumentado su precio en un 15,7 por ciento, el doble que en los países más ricos, y el precio de los libros de texto ha crecido un 3,3. La vuelta al colegio costará a las familias españolas 600 euros por hijo en edad escolar. Con la oportunidad que le caracteriza, el ministro señor Piqué, sin duda para animarnos, anuncia una subida de tarifas telefónicas. Afirma que el aumento de precios no superará a la inflación. No es verdad. Pero eso de mentir antes de las elecciones es para entrenarse.

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