Olimpiadas de Geología
¿Se han preguntado alguna vez por qué el mundo es como es? Si miran a su alrededor descubrirán que todo lo que nos rodea es Geología. Esta ciencia, nacida en occidente a mediados del siglo XVII, ha contribuido, de una manera discreta, al desarrollo social y económico de las civilizaciones desde el origen de los tiempos. Realmente, nosotros mismos somos Geología. El agua de nuestro cuerpo se viene reciclando en nuestro planeta a lo largo de miles y millones de años. El carbono y el fósforo que componen nuestros huesos y dientes proceden del núcleo de las estrellas, en los confines del Universo, iniciado nada más y nada menos que hace 14.000 millones de años. Las montañas, formadas en los bordes de placa o zonas alejadas, gracias a la colisión de las placas tectónicas, son hoy hogar de grandes masas boscosas que reparten el oxígeno en nuestro planeta y contribuyen a mantener sin descanso el ciclo hidrológico. Sólo un 2% del agua de nuestro planeta es dulce y de ella tan sólo aprovechable el 0.5% a través de las aguas superficiales y las subterráneas. La propia Geología ha guiado a la humanidad, partiendo de África a repoblar el mundo, gracias a la mayor producción agrícola de estas zonas de fracturas, hoy temidas por su sismicidad.
Pero la Geología es mucho más, grandes avances tecnológicos se deben, en gran medida, a metales base como el cobre, el zinc, la plata o el titanio. De este desarrollo también se benefician otros ámbitos, como la medicina; nuevas técnicas permiten a partir de nanopartículas de hierro dirigir tratamientos médicos para combatir tumores. También las Cuevas, como la de Valporquero, donde la interacción entre la roca y las bacterias que ocupan las zonas frías, húmedas y con escasos recursos alimenticios, son sin embargo entornos únicos donde se gestan hoy los antibióticos de última generación, que permitirán combatir las enfermedades del futuro.
Pero incluso en los aspectos menos relevantes de nuestro día a día, lo que nos rodea es Geología. Por ejemplo, la vajilla que utiliza en su mesa procede del barro. Los primeros hornos alfareros de la historia protagonizaron un desarrollo social y económico sin precedentes. Gracias a ellos surgió la metalurgia y con ella, las clases sociales y el poder.
Grandes civilizaciones sucumbieron a la entrada de tecnologías metalúrgicas, solo al alcance de los pueblos más avanzados. El hierro o el oro protagonizaron los episodios más importantes del desarrollo humano en la Antigüedad. Hoy quedan vestigios en nuestra provincia, como Las Médulas, una de las mayores obras de la ingeniería minera romana, declarada en 1997 Patrimonio de la Humanidad Unesco.
El medioambiente también depende de la Geología. Las Tierras raras constituyen elementos fundamentales en la generación de energías limpias y renovables, como la eólica y la solar, que copan cada vez un mayor porcentaje del mix energético en nuestro país. En un momento de pandemia como el que vivimos con la covid, merece la pena que se recuerde que las vacunas, hasta hace sólo unos años, salvaban vidas gracias a que llegaban manteniendo todas sus propiedades intactas por la conservación que le ofrecía un hoy denostado metal líquido como el mercurio, procedente de las minas de Almadén, la mayor concentración de este metal a nivel mundial, hoy en el olvido.
A pesar de todo ello, la Geología no atraviesa por su mejor momento, denostada en los planes de estudio nacionales. En defensa de esta ciencia han salido los geólogos y geólogas que, a través de iniciativas, como el Geolodía, las Olimpiadas de Geología, los Geoparques, proporcionan conocimiento y entretenimiento científico a la sociedad. En este esfuerzo por llegar a todos y, en especial a los más jóvenes, desde la Escuela de Minas de León queremos invitar a los profesores de Ciencias de nuestra provincia a que fomenten la participación de su alumnado en las II Olimpiadas de Geología de León, que tendrán lugar el 12 de febrero con importantes premios. Sorteando la pandemia mantenemos la ilusión, una actividad que queremos consolidar para que no sea León, como venía ocurriendo, una de las pocas provincias en las que, hasta el año pasado, no se había realizado nunca estas Olimpiadas.