¡Nunca, jamás!
El gato escaldado, del agua fría huye. Así ha sido siempre y así seguirá siendo.
Durante esta legislatura hemos escuchado tantas fakes, tantas tonterías, tantas mentiras, tantas simpleces, tantas incongruencias, que nos parecía que ya lo habíamos oído todo. Pero no. Nos faltaba el colofón.
Con la moral por las nubes cara al exterior, y sin despeinarse, pero preocupado en su interior, el presidente declara, más que informar, que el PSOE, no aceptará ¡nunca, jamás! un referéndum a los independentistas catalanes.
Nos recuerda tantas y tantas declaraciones, empezando por que ¡no! es ¡no! y después era ¡sí! es ¡sí!, que el ¡nunca, jamás!, no tiene ningún valor.
¿Otra vez la misma canción? Pero hombre que la gente, está ya de vuelta con este tipo de declaraciones nacidas de este tipo de personas. Se le ve el plumero a mucha distancia. Y, como consecuencia, sus oposición le van creyendo cada vez menos. Están rondando la coña. No hay más que escuchar con atención la contestación de un Rufián que hay en el Hemiciclo «denos tiempo», habiéndole recordado que antes que también el presidente dijo que no habría indultos. Ja, ja, ja. Es decir, nos estamos quitando la mascarilla de la covid en la calle y también la máscara de la política. Todo se está enturbiando. Ahora comienzan a salir los otros ‘yo’ de cada uno y puede armarse la mundial a poco que lo intentemos. Ha sido, ver que las vacunas iban avanzando sobre la población y arrancarse cada partido o partidillo político a cantar las veinte en bastos al primero que se cruce en el camino.
Y todo esto aderezado con el desprecio continuo y ridículo del pequeño Aragonès al rey de España Felipe VI, de modo que podían estar juntos pero ni caso por parte de Aragonés. ¿Qué elegancia, verdad? Qué categoría política. Claro que categoría y política son términos antagónicos. ¿Terminará esa situación alguna vez? ¿No se dan cuenta esos catalanes independentistas que la estrategia que están siguiendo en su empeño de la separación de Cataluña de España, es sencillamente imposible llevarla por esos cauces?
Tenemos un problema y lo tenemos muy grave. En un momento en que todo el mundo libre y demócrata está queriendo unirse, asociarse, fusionarse, llegamos los españolitos, que, claro, hemos inventado la pólvora, y nosotros como somos distintos queremos separarnos, quemar fotos del rey, alardear de republicanos, despreciar la bandera española, exigir indultos y desde Cataluña, decir que España les roba.
De ninguna manera estamos en el camino de arreglar esas cosas. Y todo ¿porque tenemos un Presidente del Gobierno que quiere pactar con todos, con tal de no perder el poder y seguir volando en Falcon y vacacionando en Doñana? ? Somos, tantas veces se ha dicho, el hazme reír de Europa, América y allá donde vayamos.
¿Donde están nuestros intelectuales de peso, y nuestros empresarios de peso que, conociendo esta situación, no reaccionan enfrente de una cámara o un micrófono para dar su opinión sincera y enfrentarse, si necesario fuera, al Parlamento y divulgar la verdad de la situación?
Pero ¿cómo nos permitimos aceptar una comparación entre Amancio Ortega e Irene Montero, pongo por caso? ¿O a una Yolanda Díaz con el presidente de Mercadona, Juan Puig? ¿o al bailarín y ministro Iceta con el presidente de CEOE, Sr. Garamendi? ¿Estamos todos locos? De ninguna manera. Nos gusta hablar en los bares, allí somos muy valientes y arreglamos todo pero donde está la solución no es ahí, es desenmascarando a los que taponan el crecimiento y el avance de España y contarles cual es el camino. Esa es la solución. Y, desde luego mucha humildad, en nuestros actos. No somos campeones de nada. Mas bien aspirantes a todo.
No vendamos la piel del oso, antes de cazarlo, (muy español, pero no vale). La historia lo demuestra continuamente.
Hemos pasado un año 2020, excesivamente duro pero se ha pasado con una sonrisa en la cara. Y también en la cara, con una mascarilla. Sufriendo pero mirando al futuro. Con ánimo de superar lo insuperable y dando ejemplo de solidaridad en multitud de ocasiones. Y ahora, cuando se ha concedido el indulto a los independentistas, el presidente dice que de referéndum catalán, ¡nunca, jamás!
No se lo cree ni él.