Diario de León
Publicado por
Manuel Alcántara
León

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La morosidad de bancos y cajas ha crecido por primera vez en nueve años, hasta el 1 por ciento, al mismo tiempo que ha vuelto a subir el nivel de endeudamiento de las familias. Entre los entrampados abundan siempre los profesionales, pero cuando llega lo que llaman «desaceleración», que es en realidad un sprint hacia atrás, se suman muchos aficionados. No pagar las deudas es el mejor sistema para permanecer en la memoria de los demás. Curiosamente sólo se consideran de honor si las origina el juego. Las otras no son honorables, pero a los acreedores les da igual y siguen persiguiendo a los que deben dinero. En estos momentos están encargando muchos metros de tela negra para el conminativo uniforme de los cobradores del frac, que tienen algo de cocheros a pie del carro de la ruina. Los que dicen que saben de marejadas económicas culpan de esta turbulencia a la crisis argentina, que se ha juntado con el deterioro de muchas empresas españolas, a las que no le resultan satisfactorias sus cuentas de resultados. Allí ha finalizado el «corralito», pero siguen encerradas las vacas flacas, y aquí el Banco de España advierte de que un repunte de los salarios obstaculizaría la creación de empleo. Es una forma de decirnos que para que el país vaya bien es necesario que lo pasen mal sus pobladores. El incesante aumento del precio en la vivienda nos ha hecho olvidar que todo lo demás también ha subido. Al centrarse todo en el demencial coste de los pisos, aunque disten mucho de ser céntricos, se ha desviado la atención que merece el alza de otras cosas, desde el café a la cerveza. ¿Cuántas pesetas nos ha costado su transformación en euros?. El 93 por ciento de los consumidores españoles cree que los precios han subido por culpa del euro. La estadística es confortadora: demuestra que el número de tontos terminales que no han advertido nada sólo se eleva al 7 por ciento. La verdad es que todo cuesta más, incluso creerse los discursos de los políticos. No nos sorprendería que subiera también el metro de tela negra.

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